"Del subcampeón no se acuerda nadie". La frase, del sabio Luis Aragonés, representa muy bien lo que son las finales en el fútbol. Podrá un equipo/selección hacer un buen torneo, pero si pierdes el último partido, date por olvidado. Y uno de los grandes representantes de eso comienza a ser Héctor Cúper.
El técnico argentino ha vuelto a perder una final. Ahora, como seleccionador de Egipto, que cayó ante Camerún en una vibrante final de la Copa África por 1-2. Es la sexta gran final que pierde consecutiva, después de la Copa del Rey 1997 (con el Mallorca ante el Barcelona), la Recopa de Europa de 1998 también con el equipo balear (ante el Lazio), las dos finales de Champions con el Valencia (2000 vs Real Madrid y 2001 vs Bayern de Múnich) y la Copa de Grecia en 2011 (con el Aris de Salónica ante el Panathinaikos).
En la final de este domingo en Libreville, capital de Gabón, Camerún se vengó de los dos finales que le ganó previamente Egipto y se adjudicó su quinto título continental, el primero desde 2002. Camerún confirma así su segunda posición histórica en África en cuanto a títulos se refiere, solo superado precisamente por Egipto, que sigue con siete títulos.
Un gol de Vincent Aboubakr (jugador del Beksitas) en el minuto 87 acabó con la racha invicta de "los faraones", ausentes de la fase final desde que ganaran el torneo en 2010 y que no habían perdido un solo partido desde que les derrotara Argelia en la fase de grupos de 2004.
Y eso que la final se puso de cara para los de Cúper muy pronto: alcanzado el minuto 21, Mohamad Elnany (Arsenal), que volvía al once titular tras perderse las semifinales y los cuartos, aprovechó un pase de Mohamad Salah (Roma) para batir casi son ángulo al portero del Sevilla Atlético Fabrice Ondoa.
Pero la mayor ambición de "los leones indomables" tuvo su fruto en el minuto 59 gracias a un poderoso remate de cabeza a la salida de un córner de N'Koulou que hallaría el camino hacia la meta de El Hedary. A partir de ese momento, Camerún sumó convicción y el cansancio se unió al mazazo en el cuadro de los egipcios, a los que Cúper trató de reanimar con la entrada enseguida de la joven promesa del Stoke City, Ramadán Sobhi.
Sin embargo, sería otro hombre salido de refresco del banquillo el que sentenciaría el partido: Abubakar, que ha sido el jugador número 12 preferido de los "leones indomables" cazó un balón largo en el borde del área, se revolvió entre dos defensas y cercenó por bajo los sueños de El Hedary, Cúper y el resto de los egipcios.