Debajo de los palos ayudó a situar el fútbol femenino en lo más alto del deporte mundial. Ahora se plantea hacerlo desde las instituciones. Hope Solo quiere que el fútbol deje de basarse en el dinero y se centre en el desarrollo de los jóvenes y en la igualdad. Para lograrlo, ha anunciado que inicia la carrera hacia la presidencia de la Federación Estadounidense de Fútbol (USSF), que conocerá a su nuevo líder en febrero. ¿Será la primera mujer? Su decisión llega después de que Sunil Gulati anunciara el fin de su presidencia tras el fracaso del equipo masculino, fuera del próximo Mundial de Rusia 2018. Los futbolistas Paul Caligiuri y Eric Wynalda o Kathy Carter, directiva de Soccer United Marketing (SUM)—brazo comercial de la liga, MLS—, serán algunos de sus nueve rivales.
Hope Solo fue apartada del equipo nacional el verano de 2016 tras llamar "cobardes" a las jugadoras suecas, que eliminaron a las estadounidenses en cuartos de final de los Juegos Olímpicos. "Por encima de la competición y los resultados debe estar un comportamiento deportivo exquisito", le reprochó la Federación. Desde entonces, la veterana guardamenta ha seguido luchando por los derechos de sus compañeras fuera del campo, logrando un acuerdo histórico por la igualdad salarial: "Creo que nuestra lucha por la igualdad es más importante que estar en el equipo nacional de nuevo", dijo hace un año. Ahora expone los motivos que le llevan a la carrera por la presidencia: "El fútbol se ha convertido en un deporte de clase media alta", relata en una Carta de Hope Solo en sus redes sociales. "Conozco el sistema, he vivido y respirado el sistema. Debemos dejar el capitalismo y desarrollar el fútbol base. Sé exactamente lo que hay que hacer".
"Desde pequeña tuve que llamar a diferentes puertas para hacer frente a mis gastos. Mis padres me dieron una gran vida pero no podían hacer frente a los enormes costes que suponían jugar al fútbol", relata. "Era la mejor jugadora del estado (Washington) pero no podía pagar la gasolina para ir a torneos, pasar dos noches en un hotel o comer fuera. Tuve que pedir dinero a la gente para cumplir mis sueños". Solo recalca así que los principales clubes de Estados Unidos cobran entre tres y cinco mil dólares por temporada a los jóvenes, un dinero accesible solo para algunas familias. "El fútbol siempre ha sido un deporte de clase media, pero en los últimos tiempos ha pasado a ser de clase media alta. He visto a muchos jóvenes con sueños rotos, y la responsabilidad de la Federación es desarrollar a los mejores del país sin discriminar, revisando las desventajas que se dan por la creencia arrogante de que tenemos a los mejores deportistas del planeta".
Sus cuatro principios
1- "Saber ganar": cultura de la victoria a través del desarrollo de programas en el fútbol base con identidad y cultura a través de los entrenamientos.
2- Igualdad: buscar la igualdad salarial, eliminar sexismo y discriminación, incluir mujeres en altos niveles del organigrama.
3- Juventud y diversidad en todos los niveles: hacer el fútbol accesible a todos, desarrollar programas de inclusión.
4- Transparencia, reestructurando roles y funciones.
Los motivos
Solo insiste en que el fútbol necesita "gente apasionada e inteligente" en su liderazgo. "La estrategia no puede basarse en el beneficio antes que en el fútbol. He pasado mucho tiempo en salas de negociaciones y siempre me he preguntado dónde va todo el dinero de las tasas que se cobran a los jóvenes. Nunca he tenido respuestas. La Federación debería ser transparente", recalcando que las decisiones de estos últimos años les han llevado a "perder el orgullo nacional", a la discriminación por género, a la pérdida de talento y a que el equipo masculino no esté presente en el próximo Mundial. "No creeemos en nuestro sistema, en nuestros entrenadores y en nuestro talento. Debemos centrarnos en nuestros objetivos, el tiempo de hablar se ha acabado y quiero tener responsabilidad y liderazgo para hacer ese cambio. Si presido la Federación, haré cambios para que el fútbol sea la prioridad", concluye.
Líder fuera del campo
La guardameta del Seattle Reign FC se ha erigido como líder fuera del campo también para denunciar el machismo en este deporte. Recientemente alzó la voz para denunciar públicamente al expresidente de la FIFA, Joseph Blatter, por abusos sexuales antes de una gala del Balón de Oro. "Algunas personas que han cometido abusos todavía trabajan en el fútbol", dijo en una entrevista. Tras explotar el caso Harvey Weinstein, Solo explicó que durante años había visto y vivido este tipo de comportamientos en los hombres del fútbol. "En los últimos días he estado pensando en las incómodas situaciones que mis compañeras y yo hemos vivido durante años con entrenadores, doctores, managers, directivos... Comentarios inapropiados, consejos indeseados, tocamientos, jefes de prensa hablando de las tetas de las futbolistas y su apariencia física... El acoso sexual está extendido en el deporte. En mi caso siempre pude manejarlo y reaccioné en esas situaciones, pero nunca hubo consecuencias para los autores. Esto tiene que cambiar. El silencio no cambiará el mundo". "Durante años, las futbolistas quedan y terminan casándose con sus entrenadores. Un entrenador no debería hacer eso, especialmente con jugadoras jóvenes".