Mihai Ciobanu se ha convertido este fin de semana en uno de los técnicos más famosos del fútbol europeo. Si su nombre todavía no es muy reconocible, lo será el tremendo cabreo que ha sufrido en el encuentro de su equipo, el Botosani de la Primera División de Rumanía. El técnico vive para contarlo de milagro porque terminó incluso por los suelos.
La escena es de las que hacen época, más impresionante que los cabreos que se hayan podido ver de entrenadores ilustres como Jose Mourinho, Pep Guardiola o Fabio Capello. Incluso más que los que padecía en los banquillos el mítico Bilardo. lo de Mihai Ciobanu es difícil de igualar.
Muchos aseguran que no han visto nada igual en un banquillo a pesar de que encajar un tanto en el 94 siempre es doloroso para cualquier profesional. Seguramente, al Cholo Simeone le hubiera gustado estallar así cuando Sergio Ramos le quitó una Champions al Atleti en el minuto 93 en Lisboa e hizo justicia con lo vivido en aquella final.
Para Mihai Ciobanu era solo un partido de liga en Rumanía, pero cada punto vale oro para los técnicos y así lo sintió, un cabreo de los que hacen época sin duda. Además, dejó un arsenal de imágenes bastante curiosas ya el enfado del técnico tuvo absolutamente de todos, muchas fases marcadas.
Un cabreo increíble
La primera de ellas fue la de la decepción y la frustración por haber encajado un tanto en un momento crítico del partido. La tristeza fue tal que hasta se tiró al campo, destrozado, mientras los jugadores del equipo rival pasaban a su lado tras haber celebrado el gol en el córnes como mandan los cánones. Algunos no daban crédito a lo que estaban viendo.
Sin embargo, eso fue el principio de su reacción. Tras pasar el momento de bajón, llegó la ira desmedida. Mihai Ciobanu se metió en el campo y llegó casi hasta el área de su propio portero para abroncar a sus jugadores. El cabreo iba in crescendo y parecía que se iba a salir de su propio ser. Se quitó hasta la chaqueta para hacer más ostensible su cabreo, la cual amenazó con tirar en el césped. Los jugadores no sabían donde meterse. Por un lado, conscientes de que habían concedido un gol en el peor momento, pero también atónitos a lo que estaban viviendo.
El Botosani estaba a punto de conseguir una importante victoria fuera de casa frente al Sepsi OSK y Mihai Ciobanu ya lo daba casi por hecho a juzgar por su reacción. No entraba en sus planes más pesimistas que ese partido y esa victoria se les pudiese escapar de una manera tan dolorosa.
No obstante, en esa fatídica última jugada, una entrada por banda izquierda con un peligroso centro terminó consumando la tragedia con fallo del portero incluido, que rechazó hacia dentro el lanzamiento del rival. El tanto dio paso a la histeria y al cabreo más espectacular que se recuerda sobre un terreno de juego y que sin duda sus jugadores tardarán en olvidar. Quizás les sirva para no volver a conceder un gol en un momento tan complicado.
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