El 2021 está dejando sucesos verdadermente surrealistas en los terrenos de juego. El fútbol es deporte impredecible que casi deja semana deja un caso nuevo de episodios completamente sorprendentes. Cuanto más recóndito es el jugar y cuanto más escondido está el partido, más increíble parece el hecho que lo convierte en noticia.
Este último caso ha tenido lugar en Argelia, en un partido de la segunda división del país africano entre el Chelghoum Laid y el Batna. Y el suceso no ha sido protagonizado por ninguno de los actores principales del juego. Ni jugadores, ni entrenadores ni siquiera el árbitro han tenido nada que ver en una acción que ya está dando la vuelta al mundo.
El equipo local había montado un ataque para intentar llegar hasta el ansiado premio del gol, pero la defensa contraria había conseguido despejar el esférico lejos de la zona de peligro. En ese momento, el equipo rival montó una contra que parecía peligrosa y que no necesitó de mucha logística para ser realmente una buena ocasión de gol.
El extremo del equipo visitante emprendió la marcha y con una conducción endiablada se cruzó el campo de punta a punta hasta entrar en la zona de peligro sin que ningún defensa pudiera alcanzarle. El gol, o al menos la ocasión de verdadero riesgo para los locales, parecía un hecho.
Efectivamente, el jugador que conducía el balón se plantó solo delante del meta, que intentó salir a la desesperada para achicar espacios. Tanto es así que incluso terminó saliendo del área en un gesto como útil, ya que en caso de poder interceptar el balón con las manos, sería falta y expulsión para el cancerbero.
En ese momento, el delantero del Batna disparó a puerta salvando la salida del portero, por lo que el gol estaba cantando al ser el disparo fuerte, contundente y colocado. La realidad es que la definición, a pesar de la extrañeza de la jugada, había sido de mucha categoría y mucha clase.
Una parada salvadora
Sin embargo, cuando el balón iba botando hasta entrar en la portería del Chelghoum Laid ocurrió lo que nadie esperaba y lo que pocas veces se ha visto en un terreno de juego, por no decir nunca. Justo de al lado del poste izquierdo de la meta del Chelghoum Laid apareción un chico que hacía las veces de recogepelotas para interceptar el disparo del delantero rival y evitar así el tanto.
El niño consiguió su cometido ya que despejó el esférico con una patada imponente y arruinó las esperanzas del Batna, que ya casi celebraba el tanto después de la fulgurante conta. Esta brillante y surrealista acción defensiva que ha evitado un gol más cantado que el de Abreu ha dado ya la vuelta al mundo y va camino de dar alguna más, ya que no se recuerda algo semejante en un partido de fútbol. Esta jugada tan increíble se ha convertido en una de las grandes sensaciones de las redes sociales y seguramente del todo el año 2021 en el planeta fútbol, cada vez más habituado a estos sucesos casi paranormales.
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