Mourinho no está atravesando por la mejor etapa de su carrera deportiva. Desde su salida del Real Madrid su caída ha ido en clara línea descedente y en el Tottenham se podría decir que ha vivido su peor momento como profesional. No solo ha significado su tercera destitución consecutiva, algo que no le había pasado nunca en su carrera, sino que ha sido el primer club en el que no ha conseguido tocar pelo.
El entrenador portugués se marchó del club de White Hart Lane sin haber podido conseguir ningún título y este fin de semana sus exjugadores le han arruinado la última de sus oportunidades cayendo en la final de la Carabao Cup frente al City. El gol de Laporte de cabeza en el minuto 82 dio el título a los de Guardiola y dejó sin triunfo a un Mourinho que, a pesar de no estar ya en el banquillo, hubiera sumado este trofeo a su palmarés de haberse ganado.
De haber unido esta conquista a su ya extenso historial de títulos Mourinho habría puesto fin a una larga sequía que acumula y es que no ha conseguido levantar ningún trofeo en los últimos cuatro años. Su última victoria se remonta al año 2017 cuando se alzó con la Europa League siendo todavía técnico del Manchester United. Desde entonces, una travesía por el desierto más duro.
Sin embargo, esta travesía ha sido más dulce de lo que parece. No a nivel deportivo, pero sí a nivel económico, ya que Mourinho se ha especializado en ser un auténtico crack en las finanzas incluso en sus momentos más duros. Sus últimos despidos han mostrado otra cara del técnico luso, la del Mourinho más caro que se ha enriquecido también a costa de sus fracasos.
Se trata de las enormes indemnizaciones que ha cobrado cuando ha sido cesado de sus clubes, algo que en los últimos años se ha producido con bastante frecuencia y que en el comienzo de su carrera no se producía tanto y, además, era ocultado por la lluvia de títulos que aseguraba el portugués año tras año.
El Mourinho más caro
Se calcula que José Mourinho habría ganado ya más de 100 millones de euros con sus indemnizaciones de despido, todas ellas procedentes de los clubes de la Premier League. Sin duda, una cantidad nada desdeñable teniendo en cuenta que puede ser interpretado como un gran premio por perder su puesto, algo poco habitual. Mourinho es The Special One incluso hasta para esto.
El equipo que más ha contribuido a hacer crecer su riqueza ha sido el Chelsea, que entre su primera y su segunda etapa le ha tenido quedar a Mourinho más de 40 millones de euros por los años que tenía firmados y que no se han cumplido. Una auténtica barbaridad que convierten al técnico luso en un verdadero privilegiado en esto del fútbol. Mourinho no escatima en firmar largos contratos porque sabe que su alto sueldo también le reporta grandes beneficios cuando le devuelven lo pactado.
Después de su segunda etapa en el Chelsea, Mourinho llegó al Manchester United en lo que era su segunda aventura en uno de los equipos del Big Six de la Premier League. Tras una etapa de altibajos con algunos éxitos y con duras derrotas, Mourinho fue destituido, pero de nuevo se marchó cobrando una pasta. Se calcula que la indemnización del conjunto de Old Trafford ascendió hasta los 25 millones de euros.
A pesar de no ser uno de los entrenadores con más éxitos en los últimos años, su amplio legado le hace ser siempre uno de los mejores pagados del mundo allá donde va. Así sucedió por último en el Tottenham donde llegó para reemplazar a Mauricio Pochettino y de donde ya ha salido tras 17 meses en el cargo. Desde Inglaterra y Francia se ha apuntado que el luso se podría llegar a embolsar esta vez, por los dos años que le restaban de contrato, una cantidad cercana a los 35 millones de euros.
Siguen los problemas
En total, durante su carrera deportiva, Mourinho podría estar rondando los 100 millones de euros en indemnizaciones de despido, todas ellas llegadas desde la Premier League. Sin duda, un negocio bastante exitoso teniendo en cuenta que los últimos años de 'Mou' en los banquillos han transcurrido menos títulos que disputas con jugadores, tanto propios como ajenos. Los últimos en sumarse a su lista negra han sido Danny Rose, Gareth Bale y sobre todo Serge Aurier, que llegó a marcharse del estadio en el descanso de un partido tras discutir con su entrenador. Además, como ya le sucedió en el Chelsea o en el Madrid, Mourinho pasó muchos días buscando a un 'topo' en el vestuario al que acusaba de filtraciones. Hace poco ha reavivado también su guerra contra Paul Pogba, con quien tuvo sus más y sus menos en Manchester.
Con su etapa ya cerrada en el Tottenham habrá que ver hacia donde se encaminan sus pasos, aunque la realidad es que los grandes banquillos están todos bastante ocupados. En los próximos meses parece que solo habrá movimientos en la Juventus porque el Bayern está muy cerca de cerrar la llegada de Nagelsmann y el Barça, destino improbable para él, cada vez cuenta más con Koeman. Aún así, el nombre de Mourinho ya ha sido relacionado con equipos de menor perfil como la Roma o el Valencia, y según señalan desde Escocia, el Celtic está decidido a llevarlo hasta su banquillo para hacer frente al Glasgow Rangers de Steven Gerrard. Así está el presente de Mourinho, que ha pasado de engordar sus vitrinas a engordar su cuenta corriente. Siempre cerca del éxito.
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