Cada vez es más frecuente que las grandes potencias económicas del mundo se interesen en la compra de equipos con gran tradición y con una enorme historia detrás. En las últimas décadas se ha creado ya una larga lista de clubes que han pasado a ser propiedad de empresas, fondos de inversión e incluso estados. Esta es la situación que se produce con países como Qatar, Emiratos Árabes Unidos o Arabia Saudí.
Por ello, cada vez es más común encontrar un Manchester City, un PSG o un Newcastle de turno. Ninguna liga está siendo ajena a la llegada de estas súper potencias económicas y en Italia es donde podría producirse el siguiente caso. Un país como Qatar, con una fuente económica inagotable, se ha encaprichado de uno de los clubes con más nombre de Italia, la Sampdoria.
El equipo de Génova no pasa por su mejor momento, ni deportivo ni institucional, y desde el estado qatarí parecen dispuestos a realizar una nueva inversión dentro del fútbol europeo. El club, que fue fundado en 1946, estaría muy cerca de cambiar de manos después de los últimos problemas padecidos por su actual propietario, quien ha tenido líos con la justicia que le llevaron a dejar el puesto de presidente.
Este histórico club, que nació de la a fusión de la Sampierdarenese y la Andrea Doria, dos antiguos equipos genoveses de los que adoptó la combinación de colores de su camiseta, está a punto de vivir un cambio sin precedentes en su historia. Y todo en mitad de una gran pelea deportiva por no bajar a la Serie B, una situación que ha conseguido evitar durante la última década, pero para la que parece totalmente definido este curso.
La llegada de Qatar
Qatar sigue con la intención de crecer en el aspecto deportivo y por eso sigue de cerca la actualidad del fútbol. Tiene su base central en el PSG, un equipo en el que ha conseguido reunir a algunos de los mejores futbolistas del mundo. Si en un principio fueron los Lavezzi, Pastore, Ibrahimovic, Cavani y compañía, ahora ya son Messi, Mbappé y Neymar los que marcan el ritmo de la ciudad del amor.
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Sin embargo, los petrodólares esta vez no han mirado rumbo a Francia, sino que se han quedado un poco más cerca, en Italia. Concretamente en la ciudad de Génova para intentar adueñarse de una Sampdoria en ruinas. El club parece estar ahora mismo en el mercado y Khalid Faleh Al Thani, miembro de la familia real qatarí, se ha lanzado al intento de hacer suya la entidad.
Según indica la agencia de noticias italiana Ansa, la misión que tiene ahora Al Thani es intentar convencer al actual propietario, Massimo Ferrero, de que este acepte su magnánima oferta para llevar a buen puerto la operación. Este se trata de un negocio a gran escala ya que el miembro de la familia real qatarí interesado no está acercando posturas de manera directa con el actual dueño, sino que lo está haciendo a través de un intermediario de origen suizo.
Dentro de esta gran operación, que tiene dentro un indescifrable conglomerado, se encuentran también Ivano Bonetti, quien fuera jugador de la 'Samp' y de la Juventus, y el empresario Francesco di Silvio, acostumbrado a mover este tipo de operaciones dentro del fútbol italiano. Ha participado recientemente en la compra de la Salernitana por parte de Danilo Iervolino.
La particularidad de esta operación, diferente a otras como la del PSG, es que no está clara la existencia de una vinculación directa entre Khalid Faleh Al Thani y Qatar Sports Investments, el grupo inversor perteneciente al estado que dirige el club galo y otros grandes proyectos como el nuevo circuito de pádel, Premier Padel, bajo la figura de Nasser Al-Khelaïfi.
De esta, forma, aunque todo esté amparado por las arcas del país y de la familia real, podría suponer la llegada de una potencia rival del propio PSG. De momento, Al Thani ya ha enviado un mensaje al dueño de la Sampdoria y a todo su equipo acompañado de su oferta y de su firme intención de hacerse con el club: "Tengo gran interés por la adquisición de la Sampdoria. Me he enamorado de la ciudad y de la Sampdoria y he decidido comprar el club. Hemos enviado una propuesta y estamos a la espera de proceder para llegar al cierre lo antes posible".
Una Sampdoria en ruinas
Uno de los puntos que más viable hace la operación es el estado actual que registra la Sampdoria. Se trata de un club casi en ruinas, con importantes problemas deportivos y también institucionales. La entidad quedó muy debilitada cuando en el año 2021, su todavía propietario, tuvo que abandonar el cargo de presidente por presuntos delitos societarios realizados fuera del fútbol y que le llevaron hasta la cárcel.
El escándalo fue tan grande que Massimo Ferrero tuvo que alejar lo máximo posible su figura del club para que intentara salpicar lo menos posible al equipo. No obstante, a pesar de todos sus líos legales, sigue estando bajo su propiedad y bajo su mando. Pero ahora, la posibilidad de una venta se presentaría como una buena oportunidad para casi todos.
Quienes no ven con buenos ojos esta venta son los aficionados más tradicionales de la Sampdoria, que se niegan a que un club con más de 75 años de historia pase a formar parte de la nueva corriente de equipos que se nutren de grandes propietarios y de los petrodólares. No obstante, de la misma forma saben que la situación con Ferrero es insostenible y que el equipo está en serio riesgo de hundirse.
La Sampdoria es mundialmente conocida por ser uno de los clubes más castizos y tradicionales del fútbol italiano y por tener grandes implicaciones sociales. A lo largo de su historia han destacado sus campañas humanitarias y su labor social incluso en conflictos internacionales como la Guerra de los Balcanes. Además, cuenta con un Scudetto, varios títulos nacionales de primer nivel y dos entorchados europeos.
Los problemas del club que convirtió en leyenda a estrellas como Roberto Mancini no están solo en el palco, también está en el campo. En estos momentos se sitúa en última posición de la tabla de la Serie A con dos puntos en siete partidos. Lleva en la máxima división del fútbol italiano, en la que ha permanecido durante 65 temporadas a lo largo de su historia, desde 2011. Sin embargo, este año está marcado como el de la nueva caída a los infiernos.
La llegada de Qatar podría hacer que la inyección económica se tradujera en buenos fichajes en invierno para intentar que el equipo consiguiese la salvación y así iniciar el nuevo proyecto de 2023 en primera. El reto de volver a vivir sus años más dorados, correspondientes a finales de los 80 y principios de los 90, está cada vez más lejos.