Era cuestión de tiempo que tantos egos acabaran chocando. El PSG ha formado un equipo de quilates, con muchos jugadores reconocidos y estrellas ya consolidadas, pero antes o después tenía que haber bronca.
En el partido del equipo parisino ante el Lyon de la sexta jornada de la liga francesa, Dani Alves, Cavani y Neymar tuvieron dos 'enganchones' con un penalti y una falta como contexto. El equipo de Emery ganaba por 1-0 al conjunto, entre otros, de Mariano, ex delantero del Real Madrid, cuando, en el minuto 80, al PSG le pitaron un penalti a favor.
El balón lo cogió Cavani, habitual lanzador de las penas máximas en el equipo que lidera la Ligue 1 (ha ganado sus seis partidos y saca tres puntos al Mónaco), pero Neymar fue a pedirle que se lo dejara a él. El uruguayo, utilizando galones, no se lo dejó, ante el vidente cabreo de Neymar.
Al final, ganó Cavani. Fue él el que lo lanzó... y el que lo falló. Porque Edinson no marcó gol, aunque en su defensa hay que decir que el penalti estuvo bien lanzado. El delantero tuvo la mala suerte de encontrarse con un paradón de Anthony Lopes, portero del Lyon, y que el balón también golpeara en el larguero.
La jugada venía precedida por otro roce, el de Alves con Cavani. Todavía con 0-0, el lateral brasileño, ex del Barça, cogió el balón, no lo soltó y esperó a que llegara Neymar para que fuera él quien lanzara una falta. Cavani le pidió el esférico, pero Alves hizo caso omiso a sus peticiones. Fue entonces cuando Alves y Cavani discutieron unos segundos. El brasileño, como representante de Neymar, ya había pedido al uruguayo que Neymar pudiera lanzar esa falta. El uruguayo, en defensa como figura habitual que lanza esas acciones.
Al margen del fallo, el penalti sacó a relucir la lucha de egos que comienza a haber en ese vestuario que dirige Emery. Al español le toca tranquilizar ahora los ánimos, porque por muy buenos jugadores que tenga, si estos no se llevan bien en el campo (o fuera) difícilmente se consigue algo a final de temporada.
Dani Alves ha sido el primero en intentar defenderse tras la polémica. "Iba a pegarla yo. Cogí el balón para tirar la falta, porque ya hice algunos golazos así y tenía confianza en repetir [...] Lo más importante es que al final el equipo esté por encima de cualquier resultado individual. Cuando uno tiene ganas y ve que el juego no va bien, toma esa responsabilidad, y yo quería hacerlo. Pero después Ney me cogió la pelota y acabó tirando. Yo cogí el balón para intentar chutar, pero desafortunadamente no pude", declaró a la televisión brasileña SporTV.