Locura total la que se ha vivido este jueves, en la primera jornada de selecciones, en Reikiavik, capital de Islandia. La selección revelación de la pasada Eurocopa volvía a jugar en su país un partido oficial, el primero tras la hazaña del pasado verano en Francia, y acabó en éxtasis, con una remontada en el descuento que ha levantado ya polémica.
Los islandeses acabaron ganando a Finlandia con dos goles en el descuento. Cuando el árbitro sacó el tiempo añadido en la segunda mitad, siete minutos, Islandia perdía por 1-2, tras los goles de Pukki y Lod por los finlandeses y Arnason por los locales. Además, Sigurdsson había fallado un penalti en el arranque de la segunda parte. Pero, de repente, del 1-2 en el minuto 90 se pasó al 3-2 en el minuto 96, lo que provocó la fiesta en el Estadio de Laugardalsvöllur.
Pero también provocó la furia de Finlandia, que vio como los goles de Finnbogason en el 91 y Sigurdsson en el 96 les hacían perder tres puntos en un grupo muy igualado, que lidera ahora Croacia con 4 puntos (ganó 0-6 en Kosovo), mismos que Islandia y tres más que Finlandia.
Los finlandeses se adelantaron en dos ocasiones en el marcador, ambas en la primera parte. Pero el esfuerzo y la fe de una de las grandes revelaciones de la pasada Eurocopa encontró la recompensa en la prolongación, en la que Alfred Finnbogasson y Ragnar Sigurdsson salvaron los puntos de forma increíble. Eso sacó de quicio a algunos jugadores de Finlandia, representados en Moisander.
El jugador del Werder Bremen alemán agarró, literalmente, al árbitro, le zarandeó tras recibir el último gol, fruto de la impotencia por el resultado y por quejas por los muchos minutos añadido. Lo sorprendente es que el colegiado del partido solo sacó amarilla al central finlandés y no le expulsó. Moisander perdió los papeles en el esperpéntico final en Islandia.