La última vez que Cataluña jugó uno de sus habituales partidos amistosos en fechas navideñas, más válidos últimamente como mitines políticos que como reclamo futbolístico, fue el 28 de diciembre de 2016. Ese día, en el campo de Montilivi en Girona y ante Túnez (3-3, derrota catalana en penaltis), jugaron Masip, Pol Lirola, Sergi Gómez, Fontàs, Aarón Martín, Xavi Hernández, Marc Roca, Sergi Roberto, Gerard Moreno, Sergio García y Víctor Rodríguez. El equipo estaba entrenado por un tándem formado por Sergio González (exentrenador del Espanyol) y Gerard López, que mezcla ese cargo con el del Barcelona B.
En esa alineación habrán comprobado que no está Gerard Piqué. El central culé se dio el gusto de tomarse unas vacaciones el pasado año y faltar a la cita a la que habitualmente iba. Él sería sin duda el capitán, el emblema, la cabeza visible de una selección catalana hoy hipotética y que tendría que superar diversas fases para llegar a disputar encuentros oficiales si es que Cataluña consigue la independencia.
Antes, claro, debería ser reconocida por la FIFA, aunque este no es el paso que parezca más difícil. Por ejemplo, el máximo organismo del fútbol aceptó en 2016 en sus filas a Kosovo y Gibraltar, esta última a pesar de la oposición de España. En la cola por pedir su entrada en la FIFA todavía están selecciones como Chipre del Norte, el Sahara Occidental, la Isla de Man, las Islas Malvinas o Somalilandia.
Un catalán podría jugar con España en una Cataluña independiente
Al margen de procedimientos políticos y deportivos, los acontecimientos que en estos días vivimos obligan a analizar cómo sería una selección catalana de fútbol, anhelo del movimiento independentismo catalán, que lleva desde años pidiendo la oficialidad pero que hasta ahora se ha tenido que conformar con un partido al año y normalmente en fechas navideñas.
A día de hoy, Cataluña tiene algunos jugadores de nivel en sus filas, pero hasta ahora existe la duda (resuelta en el caso de que llegara una oficialidad de la selección catalana) de si esos futbolistas elegirían jugar con España o con Cataluña. Desde el Comité Olímpico Catalán (COC), un organismo sin valor alguno y tampoco reconocido por el COI, ya se aseguró que en una Cataluña independiente sus deportistas tendrían que elegir si quieren competir con España o con Cataluña, ya que tendrían doble nacionalidad.
A los jugadores mencionados anteriormente (los titulares en el hasta ahora último duelo de Cataluña) se les sumarían los que también jugaron en algún otro momento del encuentro. Son Edgar Badia, Gerard Valentín, De la Bella, Víctor Álvarez, Samper, Verdú, Pere Pons, Álvaro Vázquez, Oriol Riera y Marc Crosas. A ellos habría que sumarles otros que en los últimos años también han participado: Pau López, Aleix Vidal, Marc Bartra, Jordi Alba, Sergio Busquets, Martín Montoya, Dídac Vilà, Kiko Casilla, Gerard Deulofeu, Cesc Fàbregas, Bojan Krkic, Jonathan Soriano, Tello...
El once de una hipotética selección
Pero... ¿todos estos jugadores elegirían jugar con Cataluña? Por ahora, de esta larga lista de futbolistas sólo se sabe que en esta postura estaría Marc Crosas. Declarado independentista, el futbolista catalán más activo en pro de la secesión, y futbolísticamente irrelevante, actualmente juega en el Tampico Madero de la segunda división mexicana. Sirva como dato, porque sus intenciones no se conocen, que otros jugadores actualmente internacionales con España, como Jordi Alba, Busquets o Piqué, portaron una pancarta con el lema 'Una nació, una selecció'.
El foco está claramente puesto en Gerard Piqué que, aunque jamás se ha declarado independentista (él siempre se reconoce como catalanista y apoya el derecho a decir), si es la cabeza visible de todo este movimiento de secesión. El jugador del Barcelona sabe que, junto a Pep Guardiola, es el deportista más universal que tiene el independentismo. Así le han utilizado siempre y así se ha mostrado cómodo con ese papel el propio Piqué.
Si contáramos con que todos los jugadores optaran por jugar con Cataluña (imposible de calcular y muy difícil de creer que así fuera), el once bien podría ser el siguiente: Casilla en la portería, con Aleix Vidal, Piqué, Bartra y Jordi Alba en defensa, Busquets, Cesc Fàbregas y Sergi Roberto en el centro del campo y Deulofeu, Tello y Gerard Moreno en ataque. En el banquillo podrían estar jugadores como Fontàs, Bojan Krkic o Pau López.
Difícil acceso deportivo a un Mundial
¿Cuál sería el problema de esta selección? Su alta media de edad. Piqué, Alba, Aleix Vidal, Busquets, Cesc o Tello no llegarían al Mundial de Qatar 2022 y todo lo que después viene no es de garantía. En el momento en el que se retiren los futbolistas estandartes de esta última década (como también lo fueron Puyol, Capdevila o Xavi), Cataluña quedaría claramente mermada, muy lejos del nivel de grandes selecciones y con serias dudas de si sería capaz, por ejemplo, de pasar una primera ronda de un Mundial o de llegar incluso a clasificarse.
Si nos acogemos a los resultados de sus últimos partidos (que hay que recordar que son amistosos), la pregunta de si Cataluña llegaría a un Mundial tiene respuesta clara: no. Solo ha ganado cinco de los últimos 16 encuentros disputados (tres de ellos fueron ante selecciones tan débiles como Cabo Verde, Honduras y Costa Rica) y ha sido incapaz de vencer a combinados de un nivel tan discutible como Túnez (dos veces) o Nigeria. Incluso no ganó a la selección del País Vasco, contra la que se ha enfrentado cuatro veces en la última década.
También conviene recordar los actuales sistemas de clasificación para un Mundial en la zona UEFA, donde pasan los primeros de grupo de forma directa y los segundos juegan una repesca. Cataluña arrancaría desde los puestos más bajos del ránking, por lo que en un sorteo estaría en los últimos bombos. Eso le obligaría a enfrentarse a una gran selección (Alemania, Francia, Holanda, Inglaterra...), cosa que no le ocurre a España por ser cabeza de serie, que equivale a menos opciones de coger las plazas de acceso.
Y, por último, queda la gran pregunta. ¿Habría un Cataluña - España? Si nos acogemos a los últimos acontecimientos, no. La UEFA prohibió que Gibraltar y España se pudieran enfrentar en una fase de clasificación para que los duelos puedan utilizarse con fines políticos, algo que seguramente ocurría en el Cataluña-España. En una fase final de una Eurocopa o Mundial sería otra cosa. En la primera fase, que se hace por sorteo, se podría impedir. A partir de ahí todo podría ocurrir.
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