Con dos países tan futboleros como España y Argentina, era normal que en algunas de las conversaciones de la visita oficial de Mariano Rajoy a Buenos Aires saliera el amistoso que hace dos semanas ambos países disputaron en el Metropolitano de Madrid, donde la selección española goleó (6-1) a la argentina.
"Quiero decirles que me gustaría la revancha en cuartos de final en el Mundial con Messi en campo. Las cosas serían bastante distintas", aseguró en un clima distendido Mauricio Macri, presidente de Argentina y durante 13 años máximo mandatario de Boca Juniors.
En la rueda de prensa celebrada en la Casa Rosada, Mauricio Macri, muy futbolero, no quiso dejar pasar la ocasión para recordar la dura derrota de Argentina en Madrid y emplazó a Rajoy a una revancha en el Mundial, donde ambos países volverían a encontrarse en cuartos de final si ambos cumplen los pronósticos y quedan primeros en sus respectivos grupos (España en el B y Argentina en el D) y superan la ronda de octavos.
"No se crean que ese resultado del 6-1 en el amistoso significa nada. En el Mundial tendremos revancha, con Messi en el campo tenemos toda la fe de poner las cosas en su lugar", comentó Macri, que recordó que el futbolista del Barcelona no jugó por lesión en este amistoso. "Espero que si nos toca ganar no dañe las relaciones de afecto entre Argentina y España", añadió el presidente de Argentina.
"Es verdad que el partido era amistoso, pero aún siendo amistoso no es lo mismo un resultado que otro. En cualquier caso, todo eso ya es historia de la Humanidad y volveremos a vernos... pronto", bromeó Rajoy en la respuesta.
Antes, en un foro en Buenos Aires ante decenas de empresarios y altas autoridades españolas y argentinas, en medio de un clima de gran cordialidad bilateral, Mauricio Macri señaló que los españoles llegaron "agrandados con el 6-1".