Escándalo en la RFEF: la prima de la selección, en el aire por el despilfarro de los viajes
- Luis Rubiales ya avanzó que los dos millones de euros que la Federación se gastó en vacaciones de lujo para directivos y familiares se tendrán que recuperar rebajando las primas.
- Rubiales destapa un viaje de dos millones al Mundial para directivos y familiares
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Luis Rubiales comienza a levantar alfombras en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). En realidad, ya lo avisó cuando llegó al poder. Tres décadas de 'villarismo' fueron muchos años y había que hacer limpia con orden. Primero encargó una auditoria para comprobar la situación económica y ahora se da cuenta, con un lógico cabreo, de un fastuoso viaje que hipoteca, en cierta manera, el presente de la Federación.
Rubiales denunció este domingo el escandaloso viaje que la antigua Federación, en la época de presidencia (interina) de Juan Luis Larrea, cerró para este Mundial, "un despilfarro tremendo" en palabras del nuevo presidente, ya que se riega de lujo a directivos, patrocinadores y familiares con unas macrovacaciones de siete-ocho días en hoteles de superlujo por un valor de dos millones de euros.
El máximo mandatario de la RFEF no disimuló su cabreo y reconoció que ahora este dispendio "nos lo vamos a comer con 'papas'" ya que no se puede cancelar. Y, tras hacer las cuentas, a Luis Rubiales le sale que estos dos millones de euros derrochados se debe ahora compensar con las primas que pueden recibir los jugadores (y miembros) de la selección durante el Mundial de Rusia.
Las primas (el complemento, una especie de premio, que se da por ganar o superar rondas) no están aún cerradas, pero el propio Rubiales sabe que ya estaban pactadas desde los tiempos de Villar, aunque esto se pueda volver a negociar. Por ahora, a falta de oficialidad, son 800.000 euros brutos por cada jugador si se consigue ganar el Mundial. Hay que tener en cuenta que si España gana recibirá 32 millones de euros de la FIFA.
Pero las primas en este torneo no solo se pagan por ganar el campeonato, sino que también hay beneficios en caso de pasar de rondas. Por ejemplo, la FIFA pagará a cada Federación nueve millones a los combinados que se queden e la fase de grupos, 12 en los octavos, 16 en cuartos, 22 millones a la que quede cuarta y 24 a la que acabe tercera. 28 millones se llevará el subcampeón.
Lo 800.000 euros que los futbolistas de 'La Roja' se llevarían por ganar este Mundial 2018 son una cantidad algo superior a la de los dos últimos Mundiales, que refleja una línea ascendente en lo que a se refiere este ránking: en Sudáfrica 2010 se dieron 600.000 euros por cabeza y en Brasil 2014 se hubieran otorgado 720.000 euros. Sin embargo, la diferencia entre Mundial y Eurocopa es importante: en Francia 2016 era 340.000 euros por jugador la prima.
"Evidentemente va a afectar a la negociación de las primas de los jugadores para el Mundial", comentó Luis Rubiales sobre estos dos millones de euros de despilfarro en viajes al Mundial. Toca ahora cuadrar las cuentas y no se sabe aún de que manera se harán. Lo que sí parece es que se sacará como siempre se hizo, del dinero que percibe el equipo a través de lo que le da FIFA, por lo que ni un euro sale de dinero público.
"Si el viaje hubiera costado 600.000 o 700.000 euros, o en vez de ser unas vacaciones de ocho días hubieran sido un viaje de tres días, de ida y vuelta y estar un par de días, pues tendríamos más margen para que retornara a los jugadores", añadió Luis Rubiales. Si finalmente se recorta de las primas, estás sufrirán un retroceso que, sin embargo, no tiene porque ser tan importante a nivel individual, ya que cada miembro de la selección, aquellos que se llevan las primas, las verían recortadas en unos 60.000-80.000 euros (en función de las cantidades finales).
Lo que está claro es que Luis Rubiales quiere acabar con la época de oscuridad económica en la RFEF y pretende dotar de transparencia a un organismo que siempre vivió a otro ritmo,. El escándalo de los viajes de lujo para directivos de la Federación saca otro caso más de despilfarro en una RFEF con aires de muchos cambios.