La decisión de jugar el amistoso Israel-Argentina en Jerusalén, en lugar de Haifa, y las supuestas amenazas recibidas por los familiares de los jugadores argentinos, han motivado la cancelación del partido previsto para este sábado, informaron los medios israelíes.
El diario Yedioth Ahronot aseguró que además de la intensa campaña del movimiento BDS (que promueve el Boicot, Desinversión y Sanciones a Israel hasta que finalice la ocupación), una de las "principales razones fueron las amenazas que han recibido los familiares". "Este es un sometimiento a la violencia y el terror", dijo el ministro de Seguridad Pública israelí Guilad Erdan, en la primera declaración de un miembro del Ejecutivo después de que se confirmara la suspensión, informó el diario Haaretz.
El periódico Jerusalem Post destacó la intención de la Asociación de Fútbol de Israel de presentar una queja formal ante la FIFA al considerar que "las amenazas físicas y brutales" hechas por el presidente de la Asociación Palestina de Fútbol, Yibril Rayoub, "cruzan una línea roja".
Los medios israelíes también recogen como causa la politización del evento, desde que el primer ministro Benjamín Netanyahu y la titular de Cultura y Deporte Miri Reguev presionaran para cambiar la sede del partido de Haifa a Jerusalén y lo enmarcaran en las celebraciones del 70 aniversario de la creación del Estado de Israel.
"Si no hubiera habido presión para celebrar el partido en Jerusalén, nada hubiera sucedido, hubiera tenido lugar en Haifa y eso hubiera sido el final del asunto", señaló Yedioth Ahronot mencionando fuentes cercanas: "Fue el problema de Jerusalén lo que prendió fuego". Reguev, una de las principales impulsoras del encuentro, había asegurado que el equipo argentino haría un recorrido por la Ciudad Vieja de Jerusalén y que Messi besaría el Muro de las Lamentaciones, el más importante lugar de rezo para el judaísmo, que se encuentra en la parte ocupada de la ciudad.
La Radio Kan confirmó que Netanyahu llamó a medianoche al presidente argentino Mauricio Macri y le pidió que interviniera para evitar la cancelación, pero este aseguró que su Gobierno no tiene influencia sobre las decisiones de la selección. Este medio también se hizo eco de las declaraciones del diputado árabe Ayman Odeh, de la Lista Unida, que dijo que "el Gobierno de Netanyahu ha conquistado a (el presidente de EE.UU., Donald) Trump, pero ha perdido al mundo".
Hablan el presidente de Israel y los organizadores
El presidente de Israel, Reuvén Rivlin, aseguró estar muy preocupado por lo que considera la "politización" de la selección de Argentina. "Es realmente una mañana triste para los hinchas, incluidos algunos de mis nietos, pero hay valores que son incluso más grandes que Messi. La politización por parte de Argentina me preocupa mucho", declaró en un comunicado enviado por su oficina.
"Incluso en los momentos más difíciles, hemos hecho todo lo posible para dejar las consideraciones que no eran puramente deportivas fuera del campo, y es una pena que el equipo de Argentina no haya sido capaz de hacerlo esta vez ", reprochó sobre la decisión.
El ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, lamentó también la suspensión y señaló que Argentina ha cedido a la presión de los "enemigos de Israel" y "las voces antisemitas".
"Es una pena que las estrellas del fútbol argentino cediesen a la presión de los enemigos de Israel, cuyo único objetivo es dañar el derecho básico de Israel a la autodefensa y provocar su aniquilación. No cederemos a las voces antisemitas y de apoyo terrorista", escribió en su cuenta de Twitter.
Por otro lado, la empresa productora israelí Comtec Group, que impulsó el amistoso, lamentó la suspensión del partido e instó a los argentinos a "no rendirse ante el terrorismo" y revertir su decisión. "Los organizadores apelan a quienes toman las decisiones en Argentina exigiendo que no se rindan ante el terrorismo y no cancelen el partido de fútbol", señaló Comtec en una nota a la que tuvo acceso EFE.
En el escrito, reflexionan que "siempre ha habido terrorismo y siempre habrá terrorismo, pero no debe entrar en el deporte" y aseguran que "cientos de miles de hinchas de Argentina están devastados y no quieren creer que la cancelación del partido fue causada por unas pocas docenas de manifestantes".
"Entre Israel y Argentina existe una fuerte y estrecha unión que ya ha sido puesta a prueba en el pasado. Aún no es tarde; no se puede permitir que el terrorismo determine la agenda mundial. Hoy es la cancelación de un partido en Israel, mañana será la cancelación de un evento significativo en Argentina. No debemos rendirnos", afirma la nota.
Comtec recuerda que el propósito del partido era "promover un mensaje de paz y convivencia en la región" y que este incluía un partido de entrenamiento del equipo argentino con niños judíos, musulmanes y cristianos como parte de la promoción de la paz a través del deporte.
"La cancelación es un duro golpe para cualquiera que crea que el deporte puede y está para unir personas y pueblos. Esta es una clara muestra de rendición al terror y solo una distracción", argumenta la empresa. El amistoso era esperado con gran expectación en Israel, donde residen más de 50.000 argentino-israelíes, y las entradas que salieron a la venta se agotaron a los 20 minutos.
Palestina lo celebra
El presidente de la Asociación palestina de Fútbol, Yibril Rayoub, acusó a Israel de "haber intentado utilizar a Messi y otras estrellas de la selección argentina como herramientas políticas", dijo en declaraciones a EFE. "Quienes intentaron mezclar deporte con política fueron los israelíes", declaró Rayoub después de dar una rueda de prensa ante una gran expectación en la que señaló que los argentinos tomaron "una decisión justa".
"Espero que Argentina gane la Copa del Mundo", declaró. Rayoub aludió al hecho de que el partido se organizara finalmente en Jerusalén, cuya parte oriental está ocupada y anexionada por Israel contra la ley internacional. "Todos pueden jugar contra todos pero dentro de las fronteras reconocidas internacionalmente, incluido Israel, pero violar la ley internacional, los derechos humanos y el estatus de la FIFA organizando partidos en un territorio ocupado contradice la ley internacional", sostuvo, pese a que el estadio en cuestión está en la parte occidental de la ciudad, no en la ocupada.
"Tiene que cambiar (la ministra de Cultura y Deporte israelí, Miri Reghev) su batería mental y reconsiderar muchas cosas. Ella (Reghev) no puede seguir actuando como la policía del vecindario. ¿Por qué está intentado borrar a 13 millones de palestinos?", expresó. Tras la rueda de prensa, Rayoub se dirigió al Consulado de Argentina en Ramala, donde decenas de palestinos se reunieron para agradecer a la selección la decisión de no disputar el partido en Jerusalén.
El dirigente de la federación palestina entró en la delegación para agradecer el gesto personalmente a los diplomáticos argentinos acompañado por Omar Yaber, de 12 años, uno de los 70 niños palestinos que firmó una carta pidiendo a Messi que no participara en el encuentro. "Me gustaría agradecer a Argentina y a Messi no jugar en Jerusalén", dijo el menor.