Es muy probable que Luis Rubiales no se extrañase lo más mínimo en el momento en que Julen Lopetegui le anunció que lo dejaba, que se iba. De hecho, no es la primera vez que el actual técnico de la selección absoluta deja su puesto en la Federación Española de Fútbol. Ni si quiera la segunda. Es, concretamente, la tercera ocasión en la que el técnico vasco abandona la RFEF para poner rumbo al banquillo de un club. Esta vez es el Real Madrid, aunque antes fueron el Rayo Vallecano primero y el Oporto portugués después.
Seguramente, Rubiales se encogió de hombros, le estrechó la mano y le deseó suerte en su futuro destino en el Santiago Bernabéu. Poco más podía hacer el nuevo presidente de la RFEF. Al menos, negociando el anuncio con el Real Madrid, éste se ha realizado unos pocos días antes del debut de España en el Mundial de Rusia frente a la Portugal de Cristiano Ronaldo y así se podrá manejar la intensidad del mensaje y su duración en los medios, con lo que centrar a los jugadores, a los aficionados y los medios en lo realmente importante ahora será más sencillo.
La repercusión, sin duda, y a pesar de la planificación, será mucho mayor -sobre todo por el destino y las circunstancias- que en cualquier otro momento, pero lo cierto es que en las dos ocasiones anteriores que Julen Lopetegui abandonó su puesto en la federación por un club obligó al estamento federativo a reorganizar su organigrama técnico.
Lopetegui, que debutó con la selección absoluta con un triunfo ante Bélgica por 0-2 y acumula 20 partidos con 14 victorias y 61 goles a favor, ya se marchó de la RFEF en 2014, cuando puso fin a cuatro años en el organismo, primero como seleccionador sub'19, después sub'20 y finalmente sub'21, a la que hizo campeona europea en 2013.
Entonces, el anuncio de su marcha de la selección fue el 30 de abril de 2014, el de su siguiente destino, el Oporto, el 6 de mayo, al que dirigió durante un año y medio, toda la campaña 2014-15 y media de 2015-16, hasta que el 8 de enero de 2016 fue despedido del club portugués a raíz de dos encuentros consecutivos sin ganar.
Eso sí, primeramente en 2003, la llamada del Rayo Vallecano también supuso desligarse de la selección española, a la que se había incorporado al cuadro técnico en septiembre de 2002, de la que era el preparador de porteros y de la que se desvinculó en el mes de junio de 2003 para asumir el reto de entrenar en Primera División al equipo madrileño.
Tres 'negaciones' que ejemplifican a la perfección la escalada del técnico vasco como entrenador y su ascendencia dentro del fútbol español donde, después de dirigir a España en el Mundial de Rusia, donde parte como una de las grandes favoritas al título, tendrá la oportunidad y la responsabilidad de dar continuidad al proyecto de Zinedine Zidane en un Real Madrid que viene de ganar tres Ligas de Campeones de forma consecutiva y donde enfrentará el desafío de liderar la transición de un club donde presumiblemente no continuará Cristiano Ronaldo y en el que jóvenes como Marco Asensio, Carvajal, Nacho o Lucas Vázquez tendrán que dar un paso al frente.
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