Ni en la peor película de terror (o de acción o de humor, elijan ustedes) podría preverse un guión como el que ha protagonizado en las últimas 48 horas la selección española de fútbol. De repente, en un abrir y cerrar de ojos, hay un seleccionador destituido, Julen Lopetegui, que llevaba ya trabajando dos años y el que organizó todo lo que hay, y uno nuevo, Fernando Hierro, sin apenas experiencia en los banquillos. [Especial Mundial: todos los detalles de Rusia 2018]
Y todo ello ello a tan solo dos días de debutar en el Mundial, la cita más importante del mundo del fútbol y en víspera del partido más importante de la primera fase, en un duelo ante Portugal que, a priori, deberá dirimir la primera plaza del grupo B, un puesto muy relevante para los cruces.
España, descabezada, se enfrenta a una situación límite en la que no hay precedentes y para la que tampoco nadie estaba preparado. El parche de urgencia ha sido Fernando Hierro, hasta ahora director deportivo de la Federación (cargo en el que llevaba siete meses) y desde este miércoles seleccionador. Él se sentará en el banquillo del Olímpico de Sochi este viernes (20:00 horas). De este encuentro dependerá mucho el futuro de España en Rusia.
Para explicar a que situación se enfrenta ahora la selección española de fútbol hay que resumir las 24 horas que convulsionaron a 'La Roja' en plena concentración en Rusia. El Real Madrid, en la tarde del martes, anuncia la contratación de Lopetegui, que se incorporaría después del Mundial. El club blanco paga la cláusula de dos millones, pero en varios sectores se interpreta, fiel a la tradición de ir contra el Real Madrid, de que el club quiere desestabilizar a la selección.
Luis Rubiales sale el miércoles por la mañana a hablar. En principio era una rueda de prensa conjunta con Lopetegui, pero finalmente el nuevo presidente de la Federación sale solo para anunciar el mayor bombazo de los posibles: fulmina a Lopetegui. El argumento es que el entrenador no avisó a la Federación de que se iba al Madrid hasta cinco minutos de hacerse oficial. Sin embargo, la RFEF, en un comunicado el martes, asegura que en todo momento han estado en contacto con el Real Madrid. Rubiales, traicionado, despide a Lopetegui fruto del cabreo. Por la tarde, porque no queda otro remedio, nombra a Fernando Hierro nuevo técnico.
Ante esta situación no se esconde el vital papel que ahora tienen los 23 futbolistas de la selección. No serán simples piezas que mover o quitar. Llega ahora el turno de los jugadores, que se deben encargar también del liderazgo de este equipo, de su salud y de ayudar que no decaiga el ánimo. Los capitanes Sergio Ramos y Andrés Iniesta están en la obligación de dar un paso al frente.
La autogestión llega a la selección española. En una situación tan novedosa, los jugadores afrontan una situación rara. A momentos de emergencias, soluciones y respuestas de emergencias. Deben asumir el control del equipo, porque de su papel depende la salud de 'La Roja'. No hay entrenador y la figura de técnico es más simbólica que efectiva. Y no porque Fernando Hierro no tenga conocimientos, que aún no se saben, sino porque no le da tiempo prácticamente a nada.
Al exjugador de Real Madrid y la selección española le llega una tarea en la que está todo medido y en la que él no puede apenas tocar nada. A un día del inicio de España en el Mundial (el torneo arranca este jueves, 17:00 horas, con el Rusia - Arabia Saudí), no tiene tiempo a inventar una nueva táctica, un nuevo proyecto que cambie con lo anteriormente trabajado y planificado.
Hierro, al que todo le vino sin esperarlo, no fue capaz ni de explicar en rueda de prensa cuál será su estilo de juego. "Me gustaría que mis equipos jugasen bien, que compitiesen muy bien. Juego de posesión, meter dos o tres goles más que el rival. Y si encima tengo los artistas que tengo, encantado de la vida", explicó el nuevo seleccionador, demostrando así que no ha tenido tiempo para afrontar tácticamente y técnicamente este reto.
Los 23 jugadores son los que escogió Julen Lopetegui y ahora ya no se pueden cambiar. El nuevo entrenador del Real Madrid deja una muy buena herencia, con un equipo equilibrado, al que le costaba hacer gol pero jugaba con dominio, que hizo una fase de clasificación perfecta y en el que no perdió ni un solo partido. El técnico vasco vino jugando con un once más o menos fijo con solo dos dudas: el acompañante de Busquets en el centro del campo, Koke o Thiago, y el '9', entre Diego Costa, Rodrigo e Iago Aspas.
Fernando Hierro solo ha tenido una experiencia en los banquillos, y fue de un equipo del Real Oviedo, en Segunda División. Lo más cerca que ha estado del fútbol de alto nivel, algo similar a lo que se encontrará ahora con España, fue como segundo entrenador de Carlo Ancelotti en el Real Madrid, en un año pésimo para ambos, ya que acabaron perdiendo todos los títulos en juego.
Con el partido de Portugal a un solo día, la selección española se enfrenta a una crisis inesperada y con una única salida: los jugadores deben dar un paso al frente en el beneficio de todos. Sergio Ramos ya lo avanzó en sus redes sociales. "Representamos un escudo, unos colores, una afición, un país. La responsabilidad y el compromiso son con vosotros y por vosotros", escribió el capitán. Ese es el camino para salvar a España.
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