Neymar lo intentó una y otra vez. Tiraba, no marcaba. Animaba a los suyos, pedía el balón. Keylor Navas, o su defensa, lo paraban todo. En el minuto 77, ya desesperado, la estrella de Brasil intentó provocar un penalti. Después de regatear a Giancarlo Rodríguez, el número '3' de Costa Rica, se tiró al suelo. El árbitro señaló penalti.
Pero este Mundial es distinto. Las decisiones del árbitro ya no dependen solo de lo que él vea o le señalen desde la banda, sino que hay una sala de máquinas desde donde se ve todo. Desde el VAR, que actúa solo cuando se pita un penalti, un gol o se enseña una tarjeta roja, dijeron que no, que lo de Neymar no era un penalti. Piscinazo. Entonces le avisaron por el pinganillo al árbitro principal del encuentro, que revisó la jugada en la pantalla del campo y anuló la pena máxima.
El de Neymar es el primer penalti de la historia de los Mundiales en ser anulado gracias a la tecnología.
El '10' brasileño acabó el partido marcando el segundo gol de su equipo en el minuto 97, tras un pase de la muerta de Douglas Costa. Brasil ya tiene 4 puntos y se jugará el pase a octavos en el último partido de su grupo, el próximo miércoles 27, ante Serbia.