Brasil no sufrió para pasar a octavos y eso en el Mundial de las sorpresas ya es noticia y motivo de alegría en la pentacampeona del mundo. No es que esta Brasil sea la de antaño, la que bailaba con el balón y enamoraba con su juego, pero es una Brasil con aroma de campeón. No juega alegre, pero sabe jugar a ganar, que es lo básico en un Mundial. [Así te hemos contado el Serbia 0-2 Brasil]
En el día del gran batacazo de Alemania, Brasil saltó al Spartak Arena de Moscú con la lección bien aprendida. Aquí nada está hecho hasta al final y aunque era gran favorita, el pase había que cerrarlo. Y la 'Canarinha' cumplió. Supo leer el encuentro a vida o muerte que tenía con Serbia y lo ganó sin mucho sufrimiento, aunque tuvo algunos momentos de duda. Brasil estará en octavos, donde se medirá el lunes ante México, segunda del grupo F. Va por el lado de Portugal, Uruguay, Argentina y Francia, es decir, el contrario a España.
Los de Tite, que ha formado un bloque muy compacto en el que mezcla un músculo práctico con la calidad individual de algunos jugadores, ganaron con más oficio que fútbol. Esta Brasil es eso y este Mundial también requiere eso. Serbia, que se queda fuera del Mundial (pasa Suiza como segunda de grupo), cayó en la trampa. La pentacampeona mundial fue abriendo la puerta para que los serbios fueran entrando. Una vez dentro, pillados.
Con una lesión de Marcelo en los primeros minutos, Brasil se puso durante un minuto, el 35, la camiseta azulgrana. Pase largo de Coutinho y gol de Paulinho entrando desde segunda línea, esa característica tan propia del centrocampista del Barça. Así desatascó el partido la verdeamarelha, que lo sentenció en la segunda parte con un cabezazo de Thiago Silva.
Entre gol y gol, unos minutos de Serbia que bien pudieron preocupar a Brasil, porque la selección balcánica se vino arriba y tuvo mucho peligro, especialmente en la figura de Mitrovic, que tuvo hasta dos ocasiones claras que bien merecieron acabar en el empate. El portero Alisson no es que dejara buenas sensaciones. Como tantas otras veces en el fútbol, el pequeño perdona y el grande sentencia.
Y de Neymar qué, se preguntarán ustedes. No es que estuviera mal, pero no es ni mucho menos el mejor jugador de Brasil. A Neymar le gusta jugar... con viento a favor. Al futbolista del PSG se le vio agarrotado cuando el resultado estaba igualado y solo se desató con el 2-0. Entonces llegaron los minutos de los regates, de los controles exquisitos y de las carreras asombrosas. Ya saben, esos recursos que haces cuando vas ganando.
A Brasil hay que darle el mérito de saber manejar las circunstancias que están ocurriendo en el Mundial. Lo primero es pasar a octavos y sin sufrimientos, algo que muy pocas favoritas pueden decir. Y la 'Canarinha' lo logró. Después, si hace falta, llegará la época de agradar. En octavos, ante México y por el lado difícil del Mundial.
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