A menos de dos semanas del inicio del Mundial de Qatar, persiste la preocupación por los derechos de los aficionados que viajan para el evento. La homosexualidad es ilegal en el conservador país musulmán y un embajador del torneo ha declarado que "daña la mente".
La televisión alemana ZDF entrevistó en Doha al exinternacional qatarí Khalid Salman, embajador del Mundial, quien abordó el tema de la ilegalidad de la homosexualidad en su país. Dejó claro que cualquiera que vaya a Qatar para la cita futbolística deberá comportarse de acuerdo a las normas locales.
"Tienen que aceptar nuestras reglas aquí", dijo durante la entrevista. "La homosexualidad es haram. ¿Sabes lo que significa haram (prohibido)?", añadió. Cuando se le preguntó qué era haram, Khalid Salman señaló: "No soy un musulmán estricto, pero ¿por qué es haram? Porque causa daño a la mente".
[Alemania boicotea a Qatar 2022: "15.000 muertos por 5.760 minutos de fútbol... ¡Qué vergüenza!"]
Seguidamente, la entrevista fue interrumpida por un funcionario acompañante. La agencia Reuters señaló haberse puesto en contacto con el organismo rector del fútbol mundial, la FIFA, que declinó hacer comentarios al respecto.
Los organizadores del Mundial han dicho repetidamente durante los últimos meses que todo el mundo será bienvenido en Qatar durante el evento, sin discriminación a su condición sexual.
Qatar, en el foco
Qatar espera más de un millón de visitantes con motivo del Mundial. Periodistas, futbolistas y entrenadores han mostrado su preocupación, especialmente, por las personas LGBT+ y las mujeres que acudan ante la discriminación de las leyes qataríes.
Será la primera vez que un país de Oriente Medio albergue el Mundial y Qatar ha estado bajo una intensa presión en los últimos años por su trato a los trabajadores extranjeros y las leyes sociales restrictivas.
En diferentes países del mundo han surgido movimientos en contra de la celebración del Mundial. Según una encuesta realizada por Public First para la iniciativa More in Common, el 62% de los británicos se opone al evento debido al dudoso respeto de los derechos humanos por parte del país organizador.
La mayoría de los británicos cree que el tratamiento del movimiento LGBTQ+ en el país, con penas de hasta siete años de prisión, debería ser suficiente para prohibir a Qatar organizar el Mundial. El 24% opina que las leyes de este país no deberían influir, mientras el 14 % se ha declarado inseguro a la hora de dar su opinión.
Las asociaciones LGBTQ+ temen por la seguridad de las personas que visiten Qatar y decidan mostrar su apoyo al movimiento. En el caso de Inglaterra, entre 3.000 y 4.000 aficionados irán a ver el Mundial, y en el caso de Gales serán entre 2.000 y 3.000.
Para hacer de enlace entre los aficionados británicos y la policía qatarí, miles de policías británicos irán al país del golfo pérsico durante la disputa de la competición.