Así juega Marruecos: un puzle de 14 nacionalizados y el madrileño Achraf Hakimi como estrella
La selección africana quiere estar presente por primera vez en su historia en los cuartos de final y contará con Achraf y Ziyech como principales baluartes.
6 diciembre, 2022 02:16Muchas selecciones luchan por cumplir un sueño en el Mundial. Cada cuatro años, tienen marcado la cita más importante de mundo del fútbol en rojo. Y eso no iba a ser menos en Marruecos. El combinado dirigido por Walid Regragui tiene por delante un mayúsculo reto donde se enfrenta con su historia y lo hará frente a España en los octavos de final.
Los 'leones del Atlas' quieren seguir rugiendo en Qatar. Tras realizar una primera fase de ensueño, donde contrapronóstico quedaron líderes de su grupo por delante de Croacia y dejando fuera a Bélgica, buscan seguir devorando presas a lo largo de este Mundial. El siguiente rival es España y con ella la muralla de los octavos de final. Esa ronda que nunca han alcanzado y que están ansiosos por superar. Y con el nivel mostrado, nada es imposible.
Hace apenas unos meses, Regragui desembarcó como seleccionador de Marruecos y, pese a su prematuro aterrizaje, el técnico ha conseguido formar un puzzle con muchas diferentes. Gran parte de sus jugadores son nacionalizados, ya que hasta 14 de ellos han nacido fuera de las fronteras del país.
Con Achraf Hakimi y Hakim Ziyech como jugadores más consagrados, el combinado norteafricano buscará superar ese escollo que ya se les atragantó en el Mundial de 1986. Junto a las dos estrellas, un elenco de potentes futbolistas que ya han demostrado de todo lo que son capaces en este Mundial.
Achraf, el eje de Marruecos
Achraf Hakimi es el futbolista más reconocido de Marruecos. Su trayectoria le avala en el mundo del fútbol. Al fin y al cabo ha pasado por varios de los mejores clubes del planeta como son el Real Madrid, el Inter de Milán o su actual equipo, el PSG. En todos ellos ha deslumbrado, como lo está haciendo con los 'leones del Atlas' en Qatar.
Enfundado con la vitola de figura y casi héroe en el país africano, sus actuaciones en el Mundial están dándole la razón. Como si de un martillo pilón se tratase, Achraf sube la banda una y otra vez, haciendo una envidiable dupla con Ziyech por el costado derecho.
Acostumbrado a desenvolverse como carrilero o lateral derecho, el nacido en Madrid se siente libre para sacar a relucir su velocidad. Lo ha hecho frente a Croacia, Bélgica y Canadá. Como si de un guepardo por la Sabana se tratase, como si de un halcón peregrino atacando a su presa, su velocidad impera. Y, más aún, cuando es la referencia del equipo y se le permite más libertad que en sus clubes. Eso genera un plus en Marruecos, especialmente a la hora de atacar. Salvando las distancias, podría ser un símil a futbolistas como Marcelo, en el Real Madrid, o Dani Alves, en el Barcelona, que han dejado su impronta como lateral con peso específico en ataque.
Si nos ceñimos a sus estadísticas, está muy presente en campo contrario. Achraf sabe de su poderío cerca del área rival y él y su seleccionador tratan de que esté lo más próximo a ella. Y ahí es cuando suben sus credenciales de tres cuartos para arriba: tres pases claves, una asistencia y una efectividad en el pase de 89,6%.
Si se compara con el global que tiene, sus estadísticas bajan: 98 pases completados de 113 con un 80% en campo propio. Es decir, sube su acierto cuando está más cerca del área del contrincante. De ahí que haya sacado a relucir todo su arsenal en la posición de carrilero, donde puede experimentar con las subidas.
Sin embargo, su historia pudo haber cambiado radicalmente hace varios años. Achraf, nacido en Madrid y criado en la cantera del Real Madrid, tuvo la oportunidad de vestir la camiseta de España. Él llegó lucirla en su etapa más joven, aunque sin llegar a debutar oficialmente.
[El dato más esperanzador de la selección española para derribar el muro defensivo de Marruecos]
"Hubo momentos en Juvenil. Hubo contactos, fui a la Selección Española también para probar, con De la Fuente. Estuve un par de días en Las Rozas y vi que no era mi sitio adecuado, no me sentía como en casa", explicó el lateral en una entrevista a Marca en la previa del partido. Por eso mismo, decidió vestir la elástica de sus progenitores y las cosas le han sonreído, ya que está disputando su segundo Mundial a pesar de tener tan solo 23 años. Y ahora la historia le pone por delante la ocasión enfrentarse a su segundo país.
Dupla de escándalo
Si se habla de Achraf, no hay que olvidarse de Hakim Ziyech, su compañero por ese costado derecho. Los dos son auténticos puñales y han demostrado entenderse a las mil maravillas. Con su velocidad y sus diabluras por las bandas, Marruecos carga gran parte del peso del juego en ellos.
Saben de su capacidad de desborde, de su acierto de cara al gol y de su capacidad de liderazgo. Cualidades que han demostrado en la fase de grupos, llevándolos a lo más alto frente a teóricas selecciones superiores como Bélgica y Croacia. Un gran trabajo que además, genera cantidad de espacios en otros sectores, principalmente el central que se encarga de explotarlo otro conocido del fútbol español como es Youssef En-Nesyri.
Entre ellos dos, han generado un desequilibrio, desde el buen punto de vista, en las acciones ofensivas del combinado de Regragui. La estadística, una vez más, refrenda la presencia de sus dos grandes estrellas en el costado derecho, donde parte su principal ventaja respecto a los demás equipos.
En los tres primeros encuentros del Mundial de la selección africana, el sector derecho del ataque ha representado la principal fuente de ocasiones. El reparto de las jugadas en los dos primeros duelos, contra Croacia y Bélgica, recayó especialmente en Ziyech y Hakimi. Contra los de Luka Modric acumularon casi el 50% y contra los de Hazard y compañía más de un 40%. Ahí reside su fortaleza.
Únicamente contra Canadá ese número disminuyo, pero todo tiene una razón lógica. Regragui, con la victoria atada, no se la quiso jugar y retiró antes del campo a los dos futbolistas para evitar desagradables lesiones y conseguir una menor carga de minutos en ellos. Los números están ahí: un gol y una asistencia para Ziyech y un pase de gol para Achraf. En total Marruecos ha anotado cuatro tantos, es decir, ha intervenido de manera directa en el 75% de ellos.
Efectividad de cara al gol
Marruecos se ha mostrado como una selección muy selectiva a la hora de buscar la portería rival. No desperdician gran cantidad de ocasiones, sus llegadas son altamente certeras. Es decir, es un rival al que apenas hay que dejar espacios, porque los aprovechan a la perfección.
En lo que va de Mundial, los 'leones de Atlas' han logrado marcar cuatro goles. Una cifra no excesivamente alta, sin embargo, han disparado en 16 ocasiones. Los datos dicen que marca uno de cada cuatro tiros que realiza a la meta rival. Con poderosos jugadores como Ziyech o En-Nesyri, han sido capaces de materializar gran parte de sus ocasiones.
Un acierto goleador que pondrá a prueba a la zaga de Luis Enrique. Los marroquíes aparecen en prácticamente cada llegada que realizan al área contraria. Allí con la velocidad de sus delanteros y jugadores de segunda línea como Achraf, tratarán de poner contra las cuerdas a su próximo rival.
La velocidad del combinado es uno de sus puntos fuertes, justo algo que le falla a España. Por lo tanto, tratarán de sacar provecho buscando las carreras de En-Nesyri en la punta de ataque o las cabalgadas por el costado derecho de la dupla formada por Ziyech y Achraf.
Unas situaciones a las que tendrán que estar muy atentos Aymeric Laporte, Rodri o Jordi Alba, los teóricos centrales y lateral izquierdo titulares de la Selección. Por ello Regragui tiene en ese perfil un blanco que explotar con sus teóricas estrellas pululando por ese carril.
El puzzle de las nacionalidades
Si algo ha caracterizado a Marruecos en la convocatoria de 26 jugadores presentada por Walid Regragui es la pluralidad sus futbolistas. Como si fuese la ONU, más de la mitad de los que están en Qatar han nacido fuera de las fronteras del país africano, siendo la que más extranjeros tiene en sus filas.
Hakim Ziyech, Noussair Mazroui, Sofyan Amrabat y el delantero del Toulouse Zakaria Aboukhal proceden de Países Bajos, otros tres nacidos en Francia como lo son Sofiane Boufal, Amine Harit y Romain Saïss; uno en Canadá, el portero del Sevilla Yassine Bounou; otro venido al mundo en Italia como es Walid Cheddira y tres nacidos en Bélgica que son Selim Amallah, Ilias Chair y Bilal El Khannous. A ellos, hay que añadirle los dos que vienen de España Achraf Hakimi (Madrid) y Munir Mohamedi (Melilla).
Una ristra de jugadores de diferentes partes del mundo y de varios continentes (Europa, Asia y África) a los que ha tenido que encajar Regragui. Todos ellos han decidido apostar por la raíces de sus antepasados para dejar de lado a sus países de nacimiento. Esto ha provocado que Marruecos sea la selección con más futbolistas con origen fuera de sus fronteras. En total, suponen más del 10% de los que hay en el Mundial, donde hasta 137 no representan al país que les vio nacer.
Un dato sorprendente que demuestra la globalidad del mundo del fútbol. Además, muchos de ellos han encontrado la oportunidad de estar en una selección que les permita ir a un Mundial, ya que si se tuviesen que ceñir a las que les tocaría representar gran parte verían las puertas cerradas de par en par. Ahora tienen la oportunidad de estar por primera vez en los cuartos de final. Ha llegado el momento de Achraf, Ziyech y compañía de demostrar lo enseñado.