Se acerca la parte más caliente del Mundial de Qatar. La ronda de semifinales ya ha comenzado y este miércoles se ponen frente a frente dos de las selecciones que mayor expectación han generado hasta el momento. Una de ellas es la Francia de Didier Deschamps, la gran favorita al título tras la caída de Brasil. Y la otra es Marruecos, el equipo que dirige Walid Regragui, la gran revelación.
Este partido será muy especial para dos países. Y para dos selecciones. Pero también para dos jugadores que mantienen una profundad amistad y que además serán las dos grandes estrellas del encuentro. Uno de ellos es Kylian Mbappé, líder del combinado francés. Y el otro es Achraf Hakimi. Los dos galácticos del PSG se ponen frente a frente en el que será uno de los partidos más importantes de sus vidas.
A pesar de ser dos jóvenes talentos, uno de ellos podrá la veteranía. Ese es Kylian Mbappé, quien afronta su segunda semifinal de un Mundial. El otro, Achraf, pondrá sobre sus hombros el peso de la historia, ya que está llamado a ser el jugador más importante de todos los tiempos de Marruecos. Así es como le ha bautizado su entrenador.
El partido tendrá la particularidad de que, además, Mbappé y Achraf se pondrán frente a frente. Uno como extremo izquierdo de Francia y el otro como lateral derecho de Marruecos. Protagonizarán uno de los duelos más espectaculares que se puede ver en el fútbol actual y será en el escenario más importante posible, con los ojos de todo el planeta atentos a dos de los nuevos genios del fútbol. Amigos y rivales que tendrán que poner su relación por encima incluso de un Mundial.
Los 'señalados' del PSG
Achraf y Mbappé son grandes amigos desde que ambos se encontraron en las filas del PSG. Los dos nacieron el mismo año, en 1998, pero el marroquí unos días antes. Eso les ha permitido compartir buena parte de sus gustos, ya que son miembros de una misma generación. Así lo explicaba el canterano del Real Madrid, y nacido en la capital de España, hace un tiempo en una entrevista.
"Somos dos niños que nos gustan las mismas cosas, disfrutamos de lo mismo y eso se ve reflejado dentro del campo". Después de enfrentarse alguna que otra vez antes de que Achraf fichara por el PSG, empezaron a compartir vestuario en el mes de julio del año 2021, cuando los franceses compraron a precio de oro al que para muchos es el mejor lateral derecho del mundo. Y se hicieron inseparables.
Gracias a ellos, el PSG cuenta con dos balas, una por cada costado. Ahora, en el Francia - Marruecos, se verán las caras. Son dos jugadores que, a pesar de que uno tiene obligaciones ofensivas y el otro defensivas, cuentan con cualidades muy similares. Velocidad, desborde, disparo seco y una garantía en el uno contra uno.
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Los aires de grandeza de Mbappé, a quien convirtieron en el amo y señor del club tras su última renovación, provocaron que el vestidor parisino se pusiera en contra del '7'. Todos y cada uno de los jugadores del equipo comenzaron a darles la espalda y ellos quedaron como los señalados del equipo. El cambio gradual de actitud de Mbappé permitió que, poco a poco, fueran recuperando el rumbo y rehaciendo relaciones.
Una amistad que ahora se hace protagonista en una semifinal de un Mundial y que a ambos les costó cara durante muchos meses en los que fueron tratados como apestados por sus propios compañeros. Sufrieron un aislamiento total debido al poder de Messi, de Neymar y de todo el clan que rodea a las dos estrellas. Sin embargo, el hecho de que tanto Achraf como Mbappé dominen el castellano y de que las aguas hayan vuelto a su cauce alejando los rumores del mercado les ha permitido recuperar parte del terreno perdido. E incluso entrar a formar parte de ese núcleo duro que un día estuvo dominado por los argentinos del equipo.
El factor Sergio Ramos
Una de las figuras que más ha ayudado a que Mbappé y Achraf recuperen su posición en el vestuario ha sido la de Sergio Ramos. El central español, que este curso ha vuelto a recuperar un buen nivel tras el fiasco de la temporada pasada, desde su llegada utilizó sus galones en el vestuario para hacer nuevas amistades y se unió, por facilidad lingüística, con jugadores como el propio Achraf. El marroquí le conocía de su etapa en el Real Madrid y por ende terminó acercándose a Mbappé.
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El camero tenía una fuerte relación con uno de los porteros del equipo, Keylor Navas, quien se ha convertido en uno de sus mejores amigos. Desde la etapa en la que ambos coincidieron en la capital de España formaron un poderoso núcleo junto a jugadores como Lucas Vázquez o Luka Modric. Ahora, el sevillano ha cambiado al de Curtis y al croata por Hakimi y por Mbappé. Juntos han formado un trío que ha ganado importancia tanto dentro como fuera del campo.
La aparición de Sergio y de jugadores como Keylor como nexos ha sido vital para que Mbappé haya recuperado crédito dentro del vestuario. Muy sonados han sido sus viajes hacia España en los últimos meses, concretamente a la finca de Sergio Ramos en Sevilla donde pudo conocer la yeguada del futbolista español. Gracias a su influencia, el de Bondy ha cultivado su nueva afición por los caballos. E incluso se llegó a rumorear con una aparición en la Plaza de Toros de Las Ventas durante la pasada feria de otoño.
Otro momento recordado fue la viral celebración que Achraf realizó en este Mundial cuando marcó a lo Panenka el último gol de la tanda de penaltis que le dio a Marruecos el pase a los cuartos de final contra España. El lateral marroquí hizo el comentado baile del pingüino, esa que comparte tanto con Ramos como con Mbappé, demostrando que las dos estrellas del PSG se han llevado su amistad hasta Qatar.
Ahora, el madrileño y el de Bondy se enfrentan cara a cara luchando por un premio único: el ansiado billete para la gran final del Mundial contra la Argentina de su compañero Messi. Este miércoles, el planeta fútbol se paralizará por completo y Mbappé y Achraf tendrán que dejar a un lado su amistad durante los 90 minutos, o más, que dure el partido.
Sin embargo, pocas dudas hay de que en cuanto el árbitro pite el final y uno de los dos avance a la última ronda, ambos celebrarán como hermanos lo que será un éxito conjunto. Su relación, esa que ha construido el PSG, no lo va a separar ni la Copa del Mundo, ya que gracias a ella han podido hacerse un hueco en el vestuario con más estrellas del planeta fútbol.