David De Gea fue, una vez más, el salvador del Manchester United en un mal partido de los de Jose Mourinho en Anfield. Dos de sus intervenciones resultaron claves para que el portugués no saliera abochornado con un resultado abultado en contra. El punto, que mantiene a los 'red devils' en la pomada, se antojó escaso para el Liverpool, que mereció más (0-0).
Mourinho volvió a apostar por un teórico 4-2-3-1, con Ibrahimovic en la punta de lanza y con una línea de trequartistas diferente: Young y Rashford por las bandas y Fellaini de falso mediapunta. Falso, porque corrió más detrás del balón que hacia la portería rival. Por la derecha, Valencia volvió a ejercer más de carrilero que otra cosa. En ataque, ganó una y otra vez la línea de fondo, sacando varios centros con peligro que buscaban permanentemente a Ibrahimovic; en defensa, volvió a dejar huecos impropios del lateral derecho titular del Manchester United.
Klopp apostó por un 4-3-3 versátil con piezas móviles tanto para controlar la posesión como para contrarrestar la segunda línea del Manchester United. En total, hasta cuatro hombres de contención repartidos por todas las líneas, mientras que Sturridge fue la referencia arriba. Eléctrico, fue un constante dolor de cabeza para la zaga de los 'red devils', especialmente cuando combinaba con Mané y Firmino, que iniciaban siempre con peligro desde las bandas.
En el minuto 6, Zlatan lo intentó con más vitola de leyenda que fe: su lanzamiento directo de falta desde más de 35 metros no fue cuestionado por nadie, pero no hubo manera de que dirigirlo por debajo del segundo anfiteatro. Por su parte, Firmino avisó a la media hora con un cabezazo en carrera que le salió muy centrado y que acabó en las manos de De Gea. Y hasta el descanso, poco más. Porque la primera mitad fue soporífera. Sólo la velocidad de Sturridge, Firmino y Coutinho en el Liverpool, así como los destellos de calidad de Ibra en el United, animaron algo a una hinchada más pendiente del duelo entre banquillos que de otra cosa.
El Liverpool quiso controlar el balón desde el mismo saque de puerta de Loris Karius. En esa situación del juego, Emre Can, que ejerció de improvisado lateral izquierdo -como ya hiciera ocasionalmente la temporada pasada-, adelantaba metros y dejaba que Lovren y Clyne se escorasen hacia la banda, dejando a Matip solo en el centro. Ni presionando con tres hombres, el United era capaz de robar y los de Klopp se plantaban en el centro del campo casi sin esfuerzo.
No es casual que el United se cargase de amarillas en la primera mitad: muchas veces, no había otra manera de frenar a los rivales. Como tampoco lo es que, desde que llegase Klopp a Anfield hace un año, el Liverpool sea el equipo que más posesión acumula en la Premier (58%). Ante el United, la estadística se iría hasta el 65%.
Algo más despabilados en la segunda parte, ambos conjuntos quisieron imprimirle una marcha más al partido. Sin embargo, las ocasiones seguían escaseando. Emre Can la tuvo en el 58, con un disparo desde el punto de penalti que repelió magistralmente De Gea estirándose abajo a su derecha. Una nube de piernas le dejó escasa visión al meta, que hizo una de las paradas de la jornada en esa acción.
El recital felino de De Gea continuó diez minutos después con una excelente estirada para despejar a córner un disparo lejano de Coutinho con la derecha. El zapatazo se encontró con el meta español, que desvió con la punta de los dedos a mano cambiada. Se notó en ese período la entrada de Lallana por Sturridge, que generó aún más posesión para el Liverpool. Y más oportunidades para la segunda línea de atacantes.
Una vez más, el papel secundario de Rooney se reflejó en su entrada al campo, a diez minutos para el final. El capitán apenas participó y duplicó el rol de 'nueve' que baja a recibir que ya ostentaba Ibrahimovic: no terminó de desatascar al United y no aportó nada nuevo. Trabajó, eso sí, como acostumbra: de delantero, de mediocentro, de lateral incluso, ayudando en defensa cuando el ataque del Liverpool se volcaba por la izquierda.
Al final, el punto supo a poco a un Liverpool que terminó bombardeando sin éxito el área del United, mientras que Mourinho salva el último match ball y se mantiene prudencialmente cerca de los de cabeza, aunqueya pierde cinco puntos con el City de Pep, su referencia hoy y siempre.
LIVERPOOL 0 - MANCHESTER UNITED 0
Liverpool: Karius; Clyne, Matip, Lovren, Milner (Alberto Moreno, m.86); Can, Henderson, Coutinho; Mané, Sturridge (Lallana, m.60) y Firmino (Origi, m.85)
Manchester United: De Gea; Valencia, Bailly, Smalling, Blind; Herrera, Fellaini; Rashford (Rooney, m.77), Pogba, Young (Shaw, m.92) e Ibrahimovic
Árbitro: Anthony Taylor. Mostró tarjeta amarilla a Bailly, Young, Ibrahimovic y Fellaini por el Manchester United.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la octava jornada de la Liga inglesa disputado en el estadio de Anfield
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