Ibrahimovic es un jugador tan genial como polémico. Si hace una semana fue la figura clave para que el Manchester United ganara la Copa de la Liga, esta semana ha sido el protagonista, para mal, en el partido que el equipo de Mourinho ha jugado ante el Bournemouth en Premier League.

El empate (1-1), resultado que aleja al United de puestos Champions en una jornada que era idílica para meterse entre los cuatro primeros (se enfrentan Liverpool y Arsenal, 5º contra 4º), fue tan polémico que acabó con Ibrahimovic desquiciado después de haber recibido un brutal pisotón en la cabeza.

El defensa del Bournemouth Mings le dio un feo pisotón intencionado cuando Ibrahimovic estaba tirado en el suelo. La respuesta del sueco no se hizo esperar. En un balón bombeado, Ibra soltó el codo a Mings y acabó devolviéndole la agresión. Ni el pisotón ni el codazo tuvo expulsión.

A la salida de vestuarios tras el descanso, Mourinho, que había visto el pisotón, le recriminó la acción a Mings.

La mala tarde de Ibrahimovic acabó con un penalti fallado en la segunda parte, pena máxima que acabó siendo clave ya que el Manchester United empató y se queda sexto, fuera de puestos europeos.

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