Sergio Ramos estará al menos seis semanas fuera de los terrenos de juego debido a un esguince de rodilla grado II. En un primer momento se habló de un mes de baja, pero las pruebas médicas que se le realizaron este lunes confirmaron que la lesión reviste algo más de gravedad de la esperada. En el mejor de los casos, no volvería a competir con el Real Madrid hasta después del parón de noviembre, en un derbi contra el Atlético de Madrid para el que es seria duda.
El central se produjo la lesión al caer mal tras un salto durante el partido de clasificación para el Mundial 2018 que España disputó contra Albania este domingo. Intentó rematar un córner botado por Koke y acabó en el suelo con evidentes gestos de dolor y llevándose la mano a la rodilla izquierda. El defensa supo enseguida que el encuentro había terminado para él. Los médicos de la selección lo corroboraron tras un rápido diagnóstico de la situación, con el camero abandonando el campo por su propio pie y serio.
A pesar de que las alarmas saltaron en un primer momento, todo quedó en un susto relativamente tranquilizador: "Esguince de Grado II en el ligamento colateral medial de su rodilla izquierda, pendiente de evolución", como reza el parte médico emitido por el Real Madrid.
El mes y medio de baja previsto para el futbolista andaluz pone en un compromiso a Zidane a la hora de confeccionar la defensa del Madrid, ya que Marcelo, Varane y Coentrao también se encuentran lesionados. Ahora, las ausencias en la zaga pasan a ser un problema añadido a las ya existentes en el centro del campo, con Modric, James y Casemiro fuera de juego.
Ramos se perderá cuatro partidos de Liga (Betis, Athletic, Alavés y Leganés), a la par que el doble compromiso de Champions contra el Legia Varsovia. Aunque, sin duda, el encuentro más importante del que podría ausentarse sería el del 20 de noviembre en el Vicente Calderón.