El Barcelona se hizo con los tres puntos en Valencia (2-3), pero con mucha polémica: fueras de juego, penaltis no pitados… y un botellazo. En el último minuto, Messi anotó desde los once metros el tanto del Barcelona y se fue junto con todo el equipo a la grada a celebrarlo. Entonces, Neymar provocó a la grada y ésta lo recibió de mala gana, tirándole una botella que impactó en su cabeza. El brasileño cayó al suelo y el árbitro mandó a todos los jugadores a irse al círculo central [Narración y estadísticas: 2-3].
Tras celebrar el gol, el propio Messi, autor de dos goles en Mestalla -el primero ilegal por fuera de juego de Luis Suárez-, se dirigió a la grada de forma soez: “La concha de su madre, hijos de mil putas”. Y con esto finalizó un partido llenó de polémicas.
POLÉMICAS DURANTE TODO EL PARTIDO
Pero toca comenzar por el principio para entender todo lo que ocurrió en Mestalla. Antes del partido, en las inmediaciones del estadio, la afición valencianista recibió entre abucheos a Paco Alcácer, que cambió de aires el pasado verano y decidió fichar por el Barcelona por 30 millones de euros. Ese fue el comienzo de una tarde llena de polémicas, en la que ganó el conjunto culé con dos goles de Messi y otro de Luis Suárez (2-3). Para el conjunto ché anotaron Munir y Rodrigo.
Una vez comenzado el partido, ya sobre el terreno de juego, el conjunto ché se quejó por un posible penalti de Umtiti sobre Rodrigo. El central del Barcelona empujó al delantero, como se puede ver claramente en la imagen. Undiano Mallenco, sin embargo, no lo vio así.
La segunda jugada polémica ocurrió en el primer gol de Messi. El astro argentino le pegó a la pelota y su disparo entró en la portería. Eso sí, Luis Suárez, que se encontraba en fuera de juego, estaba en la trayectoria del balón. Por tanto, el gol debería haber sido anulado por fuera de juego del delantero uruguayo.
Otras dos acciones polémicas fueron la entrada de Enzo Pérez sobre Iniesta. Una falta que, por cierto, hizo retirarse al manchego con una lesión de rodilla. Y, por el lado valencianista, Prandelli pidió la segunda amarilla a Sergio Busquets una vez que éste cortó una contra.
Por último, llegó el penalti a Luis Suárez. Abdennour derribó a Luis Suárez dentro del área y Messi convirtió la pena máxima. Sin embargo, lo más grave ocurrió después. Neymar provocó a la afición, cayó derribado después de que le dieran un botellazo y Messi se dirigió a la grada llamándoles “hijos de las mil putas”.
Así terminó un partido que promete con traer cola. Y será mucha. Demasiada tensión y polémica en un día en el que también hubo mucho fútbol.