Neymar Júnior no fichó el pasado verano por el PSG por cuestiones estrictamente económicas. Por un lado, por la alta ficha que solicitaba su representante, Wagner Ribeiro, 40 millones de euros netos. Por otro, el pago de la multa por evasión fiscal y fraude, de 45 millones de euros, por su traspaso del Santos al FC Barcelona, tal y como desvela este martes el diario L'Équipe.

Se trata de una negociación que llevaron a cabo tanto Wagner Ribeiro como el padre de Neymar -implicado en el caso del fichaje de su hijo por el Barcelona- en Sao Paulo el pasado verano con Nasser Al-Khelaifi, presidente del PSG. El propio representante del jugador llegó a reconocer que el club francés le ofrecía un sueldo de unos 20 millones libres de impuestos, así como un jet privado o una cadena de hoteles a nombre de Neymar.

Sin embargo, las negociaciones se fueron al traste por dos motivos: la petición de sueldo "obscena" para el PSG (según L'Équipe), que doblaba la inicialmente prevista; así como el asunto de la multa por evasión fiscal.

En este último caso, los 45 millones de la multa podrían haber obligado al PSG a incurrir de nuevo en pérdidas incompatibles con el Fair Paly Financiero, las cuales ya le supusieron una vez ser multado por la UEFA.

Ahora, apenas tres meses después de aquellas negociaciones, Neymar acaba de renovar con el FC Barcelona por los próximos cinco años, a razón de 15 millones de euros por temporada.

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