Todo lo que pierde el Madrid tras la suspensión del partido en Balaídos
Un calendario agónico, un Celta más peligroso en la nueva fecha y hasta una sanción alargada a Kroos.
6 febrero, 2017 01:27Noticias relacionadas
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Una vez pasado todo el lío de la suspensión del Celta - Real Madrid, tocaba analizar las consecuencias de la medida. Tras aceptar que el partido no se iba a jugar en la fecha determinada, quedaba una gestión deportiva que perjudica claramente al Real Madrid. Los blancos son los grandes perdedores de una decisión polémica. Y también hay un ganador involuntario, el Celta de Vigo. Al cuadro gallego le vino perfecto la suspensión para preparar el duelo de semifinales de Copa ante el Alavés, quizá el más importante de su historia reciente. Pero al Madrid se le aprieta el calendario de una manera agónica. Incluso para jugar este partido aplazado necesitará perder antes de semifinales en Europa. Una cosa surrealista.
Eso o que su rival caiga en Europa League y allane el calendario. Porque el fútbol español se enfrenta a una situación casi inédita. Desde 1999 no había un equipo en España que tuviera dos partidos pendientes (también fue entonces el Madrid) y ni mucho menos a estas alturas había una situación tan límite, sin fechas reales para el calendario. A pesar de que el Celta sigue vivo en una competición más que los blancos, son los de Zidane los que más salen dañados del aplazamiento del partido. Porque si cumple su objetivo, llegar a la final de la Champions, tendrá dos partidos todas las semanas.
Un Celta cambiado y un calendario sin fechas
En el plano actual, el Madrid pierde principalmente una fecha idónea para enfrentarse a un rival duro como es el Celta de Vigo y más en Balaídos. Al margen de lo apretado del calendario, al Madrid le venía perfecto enfrentarse al cuadro gallego ahora, ya que Berizzo tenía previsto sacar a los menos habituales para centrarse en el partido de vuelta de Copa ante el Deportivo Alavés, como hizo también hace una semana ante el Leganés y hace dos ante la Real Sociedad. El Madrid, que había tenido cuatro días más que el Celta para preparar este partido, ha disfrutado de su primera semana sin dos partidos desde mediados de octubre. Cuando se enfrenten, el Celta ya podrá sacar a su equipo de gala, si es que no está todavía en competición europea.
El equipo de Zidane había tenido dos partidos por semana desde octubre, a excepción, lógicamente, de los parones por selección. Siempre ha existido un debate sobre si para un equipo de gran nivel es bueno mantener el nivel competitivo con dos partidos por semana o si es mejor guardar esfuerzos con un solo duelo cada siete días. En principio, cualquiera elegiría la segunda opción, pero los últimos años han demostrado que al Real Madrid lo de jugar muy de vez en cuando no le fue muy bien. Ahora, pasará de jugar cada tres días a cada 13, lo que va a transcurrir del duelo ante la Real Sociedad del pasado domingo 29 de enero al próximo sábado 11 ante Osasuna.
Lo más grave es la falta de fechas en un calendario que justo se aprieta ahora. Para disputar este Celta - Real Madrid, lo más fácil es que se eliminen los dos de las competiciones europeas que disputan. Si ambos llegan a semifinales de Europa League y Champions respectivamente, solo habría una fecha posible: miércoles 17 de mayo, entre la penúltima y última jornada, algo que sería trastocar seriamente el torneo de Liga, ya que se jugaría en un momento decisivo si es que el título todavía está en juego. Pero eso solo pasaría si es que siguen hasta el final vivos en Europa.
Si el Celta no pasa su eliminatoria de dieciseisavos en Europa League ante el Shakhtar Donetsk, el calendario sí tendría una fecha para celebrar este partido aplazado. Sería el martes 14 o miércoles 15 de marzo, una semana en la que el Madrid no tiene ningún partido previsto. A los blancos les pillaría entre la visita del Betis al Bernabéu y un partido en San Mamés, ambos de Liga, una semana exigente pero más débil que otras. Si el Celta pasa de ronda, quedaría esperar a eliminaciones de ambos en las siguientes fases. Si los dos equipos caen en octavos, quedarían libres cuatro semanas, las correspondientes a los partidos de cuartos y semifinales. Si caen en cuartos, quedarían libres para jugar este partido dos semanas, las de semifinales. Pero si uno de los dos llega a semifinales, no habría fechas.
Tres soluciones improbables
Ante tal situación, solo quedarían tres soluciones 'chapuzas'. Una más improbable, que sería la de aprovechar el parón por selecciones de la última semana de marzo, algo para lo que tendrían que convencer a todas las selecciones de no convocar a jugadores de Celta y Real Madrid. Descartada esa opción, quedaría apretar el calendario y juntar, por ejemplo, dos jornadas, preferiblemente alguna de las dos que quedan entre semana. Es decir, que de los tres partidos (más el aplazado) que habría seguidos, se jugaran, por ejemplo, viernes-lunes-viernes-lunes. También es improbable porque hay que contar con los rivales en esos partidos.
Quedaría entonces la idea de aplazar una semana el final de la Liga. La última jornada está prevista para el fin de semana del 20 y 21 de mayo. La penúltima, para el 13 y 14 del mismo mes. Parece difícil que se pueda dejar un partido tan importante como este Celta - Real Madrid para la mitad entre las dos jornadas más decisivas de la temporada y más si el título de la Liga sigue en juego. Una solución factible sería la de atrasar esas dos jornadas una semana, pero el problema es que la siguiente, la del 27 y 28 de mayo, esta prevista la final de Copa, donde puede estar el propio Celta o el Barcelona, que puede estar inmerso en la lucha por la Liga y por lo cual no podría jugar. Un lío tremendo que tiene al Madrid ya con un dolor de cabeza ante lo que viene.
Se alarga la sanción de Kroos
Queda también en un tercer plano la sanción de Kroos. El alemán vio la amarilla ante la Real Sociedad, era la quinta y cumplía sanción en Vigo. Una vez aplazado ese partido, se tendrá que perder el próximo compromiso del Madrid, que será el sábado en Pamplona. Así lo indica la Federación. "La suspensión de partidos, independientemente de la competición en que se realizaron los hechos por los que fue impuesta la sanción, implicará la prohibición de alinearse o actuar en tantos de aquellos oficiales como abarque la sanción, por el orden en que tengan lugar, aunque por alteración del calendario, aplazamiento, repetición, suspensión o cualquier otra circunstancia, hubiese variado eventualmente el preestablecido".
Lo que ha dejado claro la suspensión del Celta - Real Madrid es lo asfixiante que es el calendario y más a partir de enero. Con 38 jornadas de Liga (torneo de 20 equipos), una Copa a doble partido, con fechas europeas ya puestas desde el anterior verano al que comienza la temporada, resulta difícil entender por qué se ha tenido que llegar al punto de que si pasa algo inesperado, no haya fechas para solucionarlo. También ayuda al caos que el Madrid tiene otro partido pendiente, ante el Valencia por la participación en diciembre en el Mundial de Clubes, pero en ese caso se sabía desde agosto.
Lo que no se esperaba es que un techo de un viejo estadio de Balaídos pusiera patas arriba al fútbol español. Porque en juego no solo está un partido del Madrid, sino la lucha por el título. O pierde el Celta en Europa League ante el Shakhtar Donetsk o eliminan a ambos antes de semifinales o el lío al que se enfrenta el fútbol español puede ser histórico.