Después del enorme varapalo sufrido en París ante el PSG, donde el Barça se dejó buena parte de sus posibilidades en la Champions, los de Luis Enrique no se pueden permitir más concesiones mañana en la Liga ante el Leganés para seguir la estela del líder.
A un punto y con dos partidos menos que el Real Madrid, el Barça no tiene margen de error en la competición doméstica, a la que se tiene que agarrar tras el revolcón europeo en la ida de los octavos de final de la Champions ante el campeón francés.
El Barça se mide contra su ansiedad. Tiene que ir sumando victorias y esperar algún tropiezo de su máximo rival para aspirar al Campeonato, porque, en el peor de los escenarios, se podría quedar a principios de marzo con pocos objetivos más allá de la final de Copa del Rey ante el Alavés.
Solo hay un precedente entre ambos equipos, el 1-5 de la primera vuelta, con un doblete de Leo Messi y otros goles de Neymar Jr, Luis Suárez y Rafinha. El partido mide al equipo más goleador (el Barcelona, 61) contra el que menos goles marca (15). Por ejemplo, entre Luis Suárez y Leo Messi han marcado en Liga 35 goles.
El Leganés visita el Camp Nou por primera vez en su historia atravesando un momento complicado, después de caer en casa ante un rival directo como el Sporting de Gijón y sin conocer la victoria desde que se impusiera al Osasuna el pasado 21 de noviembre.
Pese a ello el plantel blanquiazul afronta la cita con ilusión y pensando en aprovechar el golpe psicológico que supuso para su rival la derrota por cuatro tantos a cero en el Parque de los Príncipes ante el Paris Saint-Germain.
Conscientes de que puntuar será complicado los madrileños esperan al menos dar una buena imagen y reencontrarse con las sensaciones positivas en vistas sobre todo a los dos próximos encuentros como locales ante el Deportivo de La Coruña y el Granada, conjuntos también de la zona baja de la tabla.