Hace cuatro semanas, un gol de Machís daba la victoria al Leganés sobre el Granada en Butarque en un duelo directo por la salvación. El cuadro madrileño sacaba dos puntos al equipo andaluz y, gracias al gol del venezolano, el Leganés metía más diferencia con el descenso y dejaba con menos opciones de salvarse al equipo de Lucas Alcaraz.
Todo sería normal si no fuera porque Machís pertenece al Granada, pero está cedido en el Leganés. Es decir, un jugador de un equipo provocó que ese equipo se hundiera en la clasificación. El análisis sería así de sencillo si el fútbol fuera eso, sencillo. Como no lo es, entran otros componentes, como que un conjunto pueda ceder un jugador con el que no cuenta (sean cuales sean las razones) a otro equipo y que después estos dos clubes puedan estar luchando por el mismo objetivo.
En Granada seguramente se arrepentirían de no hacer como tantos otros equipos: aplicar la denominada "cláusula del miedo", una norma que especifica que el jugador cedido no podrá jugar con su nuevo equipo ante el conjunto al que pertenecía. El cuadro andaluz no lo hizo y acabó mal, perdiendo gracias a un gol de un jugador que es de su propiedad.
El Real Madrid, en cambio, si tiene claro que hay que hacer en estos casos. Sus cedidos jamás pueden jugar contra ellos, sean quienes sean y jueguen donde jueguen. Y esta cláusula impide que este domingo juegue Marcos Llorente, la gran perla de la cantera del Madrid, cedido en el Alavés este año, que visita el Bernabéu buscando dinamitar la Liga (16:15 horas).
El centrocampista madrileño, mejor jugador del equipo vasco esta temporada, revelación de un conjunto que ya está prácticamente salvado y en final de Copa, no estará en su casa por la cláusula. El Madrid es tajante en estos casos y sus malas experiencias con Munitis (Racing), Morientes (Mónaco) o Eto'o (seguía teniendo el 50% de sus derechos estando en el Mallorca) refrendaron su decisión. Al final, el jugador es de su propiedad y no conviene que pueda aguar la fiesta.
No solo es el Madrid el que efectúa esta normal. El Atlético también se ha sumado a la moda y metió la cláusula en cesiones como las de Kranevitter o Vietto al Sevilla, Theo Hernández en el Alavés e incluso el portero Carlos Morales en el Guijuelo. Eso sí, aquí hay dos condicionantes: el equipo de destino puede desactivar la cláusula pagando y, en general, la norma tiene valor en el Calderón. Por otra parte, el Barcelona dejó por ejemplo jugar a Munir con el Valencia en el Camp Nou.
¿Tiene sentido poner esta cláusula? Como todo, habrá opiniones de todos los gustos. Directamente ya ha sido como la del "miedo", en un sentido negativo, como si un club cometiera un delito por aplicarla. Al fin y al cabo esta decisión entra dentro de una negociación y la cláusula no se pone horas antes del partido. Un equipo acepta una cesión sabiendo que ese jugador no podrá jugar determinado partido.
Al Deportivo Alavés le resta opciones la baja de su mariscal del centro del campo, pero se presenta en Madrid con un equipo peligrosísimo, dispuesto a incendiar la Liga, como ya hiciera en el Camp Nou. Los de Pellegrino son el indudable equipo revelación de un torneo que vive este domingo otra fecha clave, con el Barça visitando Granada sabiendo lo que habrá hecho el Madrid.
Los vascos se presentarán con dos exmadridistas, el portero extremeño Pacheco y Femenía (este último estuvo en el Castilla) y con la amenaza de Deyverson, Camarasa, las carreras de Theo Hernández por banda, la experiencia de Toquero... Zidane buscará contrarrestarlo con la BBC y sin Ramos, de descanso por acuerdo entre entrenador y jugador.
Será el primero de los nueve partidos que tiene el Madrid en un abril casi terrorífico, donde recibirá al Atlético, al Barcelona, al Bayern... La cuesta comienza con el Alavés, que solo ha ganado una vez en el Bernabéu, hace 17 años. Será el primer examen en un estadio que tendrá un merecido homenaje a Juan Gómez 'Juanito'. Este domingo se cumplen 25 años de la muerte del genio de Fuengirola.