Los focos, la exposición, los focos, las dudas, los aciertos y los errores. En el Real Madrid el escrutinio es máximo. Cada detalle se mide y de cada detalle se opina. Más aún cuando los resultados no acompañan. No le sucede eso a Zinedine Zidane, líder su Real Madrid en Liga, intactas las esperanzas en la Champions. Sin embargo, el francés ha conseguido desviar cualquier atención sobre el derbi que jugará frente al Atlético este fin de semana y ha sembrado una duda gigante en el club de Chamartín: "Mi continuidad no es segura".
La bomba cayó durante la rueda de prensa previa al derbi, entre preguntas sobre James, Simeone y la racha del conjunto blanco. Una pregunta directa, que a diferencia de muchos, Zidane no esquivó: "Mi continuidad no es segura, por eso no estoy preparando nada. Sé lo que es entrenar al Real Madrid para bien y para mal. Por eso sólo me preocupa el partido siguiente. No sé lo que pasará más adelante...".
El francés no sonó agresivo ni tampoco calmado. Más bien en ese tono neutro propio de la fluidez de su castellano y de su propio carácter. Sin embargo, sonó a lo que es, un mensaje. Aún hay que resolver la temporada, saber dónde estará su Real Madrid al final de la misma, qué títulos nuevos habrá en las vitrinas (si los hay), cómo se gestiona un vestuario siempre en llamas, la confianza del presidente, el apoyo de la afición.
En cualquier caso, este fin de semana es fundamental en las aspiraciones del conjunto blanco al título de liga. Al Bernabéu llega un Atlético pletórico, recuperada ya la tercera plaza y con las mismas aspiraciones en la Champions que el conjunto blanco. Algo que tampoco inquieta demasiado al francés: "Siempre positivo, pase lo que pase en la vida. Tengo una gran suerte de estar en el Madrid y de hacer lo que me gusta".
Lo cierto, es que Zidane está en el punto de inflexión (y de máxima presión) de la temporada. Desde los peligros del Atlético ("Todo el mundo dice que el Atlético defiende muy bien, y es verdad, pero no sólo tiene eso. Tiene buen juego de ataque. Los laterales juegan bien al fútbol también..."), a la gestión de los minutos de la BBC ("No es sólo la BBC, todos somos importantes. A la hora de elegir equipo siempre es complicado y hasta el final de temporada va a ser así"), pasando por Cristiano Ronaldo en concreto ("No hay ningún plan, hablamos con él y punto") y, como no, por la situación de Isco Alarcón ("No hay polémica con las patatas, él está encantado aquí y esto es parte del fútbol").
Pequeñas trampas que todos los equipos enfrentan cada temporada, pero que en el Real Madrid se magnifican hasta alcanzar escalas brutales y que, en este caso, pueden dar con los huesos del francés fuera del banquillo del Santiago Bernabéu por decisión propia.