Leo Messi evita la parálisis total y despierta a tiempo al Barcelona

Si el Barcelona quería crear un ambiente en el que se pudiera creer en la remontada ante la Juventus, mal le salió el plan. El partido ante la Real Sociedad acabó siendo un dolor de muelas, en el que curó la carie pero dejó dolores para el futuro. Ganó, tampoco hizo un encuentro horrible, pero rondó la muerte durante muchos minutos. Así se antoja prácticamente imposible la remontada ante la Juventus, incluso sabiendo el antecedente del PSG. [Narración y estadísticas: Barcelona 3-2 Real Sociedad]

Las cosas son muy diferentes. Aquella vez en octavos de Champions pasaron tres semanas entre el partido de ida y vuelta y al Barça le dio tiempo a crear un escenario épico, incluso ensayando en los partidos que había tenido antes (Sporting y Celta). Ahora solo hay una semana entre los dos partidos ante la Juve y en mitad, la Real Sociedad.

Estuvo tan mal el Barça que durante la segunda parte prácticamente ni tocó el balón. El equipo vasco se hizo dueño del Camp Nou y jugó a lo que quiso. El Barcelona quedó a expensas de los numerosos fallos de la Real, que perdonó una y otra vez. El triunfo final se antoja como un regalo que no merecían los azulgrana. Pero lo tuvieron. Y ahí siguen en la lucha por una Liga que se decidirá el próximo domingo 23 en el Bernabéu. Deben estar contentos los culés con haber llegado a estas alturas con unas opciones de título.

Así como en la segunda parte el Barça fue una caricatura, mejor estuvo en la primera, donde consiguió la mínima renta de la que vivió después. Fue una mitad en la que Messi tuvo que salir para evitar el desastre. El argentino hizo lo que le toca tantas veces: despertar a un equipo que estaba en ese momento anestesiado. Ahora le toca liderar la remontada ante la Juventus, algo que no hizo ante el PSG (suerte para el Barça que ni le hizo falta él) ni en el partido de ida en Turín.

Messi abrió el marcador con un latigazo perfecto desde fuera del área y lo amplió veinte minutos después rematando a placer el rechace de un disparo de Luis Suárez. También apareció en el tercero del Barça, brindando el gol a un Alcácer que marcó pero que falló una de esas acciones que se meten en Youtube como los fallos más surrealistas de un delantero. Antes se había marcado en propia Umtiti (era el 2-1) tras un fuerte centro-chut de Iñigo Martínez y después Xabi Prieto marcó de primeras el 3-2, a la postre final.

Acabó sufriendo el Barça, hasta el último minuto tuvo ocasiones claras la Real Sociedad, pero los catalanes sobrevivieron más por fallos del rival que por aciertos suyos e irá al Bernabéu tres puntos por detrás, a lo máximo que podía aspirar. En Madrid estará un Luis Suárez que volvió a sacar el codo a pasear y se jugó su presencia en el Clásico. El colegiado Martínez Munuera le sacó amarilla, pero la roja no hubiera sido excesiva. Sin Neymar, la baja de Suárez hubiera sido ya mortal. Pero el uruguayo estará allí.

¿Se guardaron esfuerzos los futbolistas culés o simplemente es porque no dan más ya? El martes y el domingo se sabrá. Visto lo visto hasta ahora, este equipo no está en capacidad de ganar ni la Champions ni la Liga. Y bastante que ha podido luchar por ellas. Pero en el fútbol todo cambia en pocas horas. Bien lo saben en el Camp Nou. A eso se aferran, al pasado más reciente para recuperarse en una temporada en la que ni mucho menos están rindiendo como deben.