¿Es la hora de Asensio o se debe respetar la jerarquía de Bale?
Con la irrupción del joven mallorquín y el momento dubitativo del galés se abre el debate. Poco importa que el rival sea el Barça: el Bernabéu quiere al joven.
23 abril, 2017 02:30Noticias relacionadas
El Bernabéu puede ser muy simple o muy complejo para un jugador del Real Madrid. Para algunos como Gareth Bale es terriblemente olvidadizo e inmisericorde en los peores días, para otros como Marco Asensio es asombrosamente sencillo. Cierto que el mallorquín es muy joven y que no hay necesidad de sobreexponerle con el final de campaña tan difícil que está por venir, pero hasta el más cauto espera grandes cosas de él. Su exhibición ante un fatigado Bayern, sumado a sus últimas actuaciones aprovechando cada oportunidad que le da Zidane, hacen que el Bernabéu pida más y más. Pero ¿realmente está siendo tan superior el mallorquín y tan decadente Bale? ¿Y los otros candidatos al puesto de Bale?
Las dudas de Gareth Bale y la competencia llamando a la puerta
El galés está lejos de su mejor nivel. En eso hasta él estará de acuerdo. Lento, atropellado con el balón y tímido a la hora de pedir protagonismo. El Real Madrid tiene problemas entre líneas delante de Casemiro y si Benzema y Bale no se ofrecen el ataque se hace soporífero y previsible. No ha ayudado ni el estado de forma del galés –constantemente renqueante-, ni la falta de continuidad tras su autoexpulsión contra Las Palmas. Entre unas cosas y otras sólo ha participado en seis de los últimos 11 partidos de su equipo y muy lejos de brillar. Este año apenas ha sumado 9 goles y 5 asistencias en 25 partidos, números demasiado ‘mortales’ para un jugador con potencial de gol o asistencia por jornada.
De hecho, si comparamos los integrantes desde el centro del campo hacia arriba del once ideal de Zidane con los suplentes que aspiran a un hueco en las alineaciones, se demuestra que no está siendo el año del galés. Teniendo en cuenta goles y asistencias por un lado y ocasiones creadas por otro, en el gráfico vemos que Gareth está por debajo de Isco y similar a Asensio en cuanto a lo numérico.
La opción de Isco obliga a cambiar el esquema –se vio contra el Bayern- y ajustar defensivamente dando más trabajo a Modric y Kroos en los costados y haciendo que el rival tenga superioridad con los extremos. En el caso de no querer trastocar el 4-3-3 ya habitual, que da un mejor balance defensivo a los de Zidane, la opción de Lucas Vázquez es la que menos trastoca, pero supone perder mucha influencia en la finalización. Y la opción de Asensio, además de perder ayuda defensiva, deja dudas respecto a su impacto los 90 minutos, aunque parece la alternativa más similar.
Los cuatro nombres por un puesto y el recuerdo del mejor Gareth
Si los tres integrantes de la BBC están disponibles serán titulares. Una terna que este año ha tenido que esforzarse más de la cuenta y en la que, de momento, sólo Cristiano Ronaldo mantiene números acordes con lo esperado. En el caso de Benzema, la presencia de Morata aumentó el interrogante sobre su titularidad: el español promedia casi el doble de goles y asistencias por cada 90 minutos pero la mitad de ocasiones creadas, así que el complemento de Cristiano en el ataque tiene que seguir siendo un Benzema más creador que finalizador.
En el caso de Bale, el empuje de Lucas Vázquez, la enésima resurrección de Isco y la confirmación de Asensio le han puesto en el foco de todas las críticas del Bernabéu. ¿Merece tanto dardo? El problema puede ser que el rasero para juzgar a Bale sean sus actuaciones del curso pasado donde era una máquina de generar goles y juego -y aún así recibía críticas-. Si vemos la gráfica anterior ubicando el rendimiento del galés el año pasado entendemos la insistencia en ver si vuelve a ese nivel.
El espejismo del Bernabéu
Con los números de Gareth Bale, Isco, Lucas Vázquez y Marco Asensio expuestos, se puede decir que ninguno de ellos destaca de una manera espectacular. Aunque esos datos reflejan que Bale sigue sin estar muy fino, es el que más dispara, más regatea, menos balones pierde, más intercepta y el más dominante de todos ellos en el juego aéreo. No está bien pero sus reemplazos aún no llegan al nivel suficiente como para pelearle el puesto realmente. Tiempo y continuidad es lo que necesita el galés a la espera de recuperar confianza y protagonismo.
Aunque después de comprobar las cifras que está firmando Marco Asensio hay motivos para estar ilusionados con él. Sin ser el mismo perfil de futbolista, se asemeja en la capacidad para conducir a gran velocidad, la precisión en el regate y unas muy buenas cifras de finalización de cara a puerta: el 46% de sus tiros van a puerta y el 15% acaba en gol. Datos que sumados al dinamismo, desparpajo y atrevimiento de su juego le convierten, a día de hoy, en un revulsivo de garantías, como pueden confirmar Hummels y todo el Bayern.
Un Clásico de altos vuelos
Un apartado que siempre parece secundario pero que esta jornada puede decidirlo todo es el juego aéreo. Especialmente a favor del Real Madrid. Si el Barcelona mantiene la defensa de cuatro –como ante la Juventus- el cuadro blanco tiene una superioridad aplastante por alto en los costados. La presencia de Bale será fundamental para buscar balones por el costado de Jordi Alba: el galés gana el 57% de sus duelos aéreos por 42% del defensa que, por cierto, es 13 centímetros menor que el madridista.
Una pelea que en el otro perfil también se decanta para el bando madridista con Cristiano Ronaldo contra Sergi Roberto. En este caso el culé ni es tan bajo ni tiene un registro tan pobre pero contra la corpulencia del madridista tiene poco que hacer. Este es un aspecto a tener en cuenta de cara a que el Real Madrid consiga posesiones en campo rival saliendo con balones largos de la presión (Casemiro lo agradecerá). Si a esto le sumamos el peligro a balón parado con Kroos centrando y toda la caballería al remate es bastante posible ver algún cabezazo decisivo a favor de los locales quienes han marcado así el 27% de sus goles.