Era de esperar que Gerard Piqué no se callase tras los gestos de Sergio Ramos en clara alusión hacia él en el momento de su expulsión durante el Clásico. Y no lo hizo, desde luego. "Cuando llegue a casa se va a arrepentir. Creo que la roja es muy clara: los dos pies por delante, sin opción de tocar el balón, Leo (Messi) se va solo..", reconoció primero.
Después, Piqué añadió que "aquí (en el Bernabéu) están acostumbrados a unos arbitrajes muy permisivos y hoy no ha sido el caso". "Por una vez que hace bien las cosas el árbitro, parece el malo de la película", sentenció.
Sus declaraciones llegaron después de que Sergio Ramos fuese expulsado por roja directa al cometer una falta sobre Leo Messi. El capitán del Real Madrid abandonó el terreno de juego aplaudiendo, señalando a la grada del Bernabéu (puede que también al palco) y mirando a Piqué mientras decía "¡Olé, ahora hablas!".
El árbitro no recogió en el acta las protestas del camero, que deberían ser tenidas en cuenta por el Comité de Competición según el director técnico del Barça, Robert Fernández. En su opinión, le pasó algo parecido a Neymar, cuya sanción por tres partidos al protestar ante el cuarto árbitro en Málaga le dejó precisamente sin Clásico.
En su caso, el futbolista brasileño también aplaudió irónicamente al trencilla correspondiente después de ser expulsado por ver dos tarjetas amarillas: una por perder tiempo y otra por una entrada sobre Diego Llorente.