La Quinta de Isco arrasa al Deportivo y recupera el optimismo en el Real Madrid
El malagueño lideró otro día más a los blancos acompañado de James, Asensio, Lucas y Morata, que también sacaron su mejor versión en la goleada de los de Zidane en La Coruña (2-6).
26 abril, 2017 23:33Noticias relacionadas
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Isco no puede ser suplente. Isco tiene que ser titular. No caben excusas. Con BBC o sin ella. El malagueño es arte, es magia. Su partido en Riazor solo dejó una conclusión: no puede estar en el banco. Está de dulce, le sale todo, brilla y deja exquisiteces cada minuto. Lideró la contundente y excelente victoria blanca en Riazor. [Narración y estadísticas: Deportivo de La Coruña 2-6 Real Madrid]
Durante toda la segunda parte, Twitter representaba bien lo que pasaba en la Liga. En los Trending Topics (lo que más se hablaba en ese momento) aparecía "Lo de Isco". Así escribía la gente. No es para menos. Lo de Isco fue impresionante. Qué manera de jugar al fútbol, de brillar, de crear espectáculo. Cuando el balón está en los pies de Isco, todo queda en un segundo plano. Disfruten de él. Hay que hacerlo.
Isco es actualmente el Zidane del Madrid. El Zidane jugador, claro. Hace más de una década que se retiró el francés y ha sido ahora cuando los blancos han encontrado una figura muy similar. En Riazor dio un recital muy similar al de Gijón. Pero estuvo en todos los goles y en todo el peligro. Y lo que no le salió. Por su cabeza pasan ideas que no están en la de los otros 21 jugadores. Va un paso por delante. Y también es inteligente con las botas. Y cuando está enchufado, nadie le para. Nadie entiende su ausencia en el Clásico. Ay, si hubiera jugado Isco el domingo. Quizá el Madrid tendría ya la Liga en su bolsillo.
Sacudidas las heridas del Clásico, que no fueron tan profundas como se ha demostrado en La Coruña, el Madrid bordó el fútbol en un partido espectacular en Riazor. Fue un encuentro completísimo que además deja una lectura psicológica: los blancos no están hundidos y siguen siendo favoritos a la Liga. Perdieron ante el Barcelona, pero la derrota no fue un drama. Siguen en pie.
La Quinta de Isco es un grupo de jugadores actualmente en el segundo nivel del Madrid porque así lo quiere Zidane. Son James, Asensio, Morata, Lucas Vázquez, incluso también Kovacic. Todos suplentes en condiciones normales y todos luciéndose cada vez que Zidane les da oportunidades. Con ese equipo B jugó el Madrid en Riazor. Solo repitieron Nacho y Marcelo. Todos los demás no estuvieron en el Clásico. Y, como en Gijón o Leganés, demostraron que este Madrid funciona muy bien con ellos. Se reivindican. Piden minutos.
Morata adelantó al Madrid cuando no se había cumplido ni un minuto de partido. El delantero tuvo una lucha toda la primera parte consigo mismo. Fallaba lo fácil, metía lo difícil. Con unos 20 minutos soberbios y antológicos, los de Zidane se pusieron 0-2 al cuarto de hora y todo iba de cara. Marcó después Andone, pero la exhibición no paraba. Funcionó el Madrid como quiso Isco y cuando estaba más dubitativo su equipo, el malagueño hizo una preciosa ruleta, se inventó un pase a Marcelo (con el que combinó mucho) y el brasileño se la dejó para que la empujara Lucas Vázquez. 1-3 y todo controlado.
La segunda parte quedó para uso y disfrute de los blancos. Y para que cada balón que tocaba Isco hubiera un "ohh" en la grada. No se cansó el de Arroyo de la Miel de alegrar la vista a los amantes del fútbol. Aguantó 20 minutos de tranquilidad el Madrid y después metió el acelerón. Gol de James (1-4), gol del propio Isco, que culminaba su excelsa actuación con un buen tanto (1-5) y otro final de Casemiro para redondear la goleada. Antes había marcado, otra vez al Madrid, Joselu, excanterano blanco. El 2-6 hasta se quedó corto, porque los blancos fallaron otras cinco muy claras e incluso le anularon dos goles legales.
Tras el batacazo ante el Barcelona, el Madrid dio un golpe encima de la mesa. En la clasificación sigue saliendo como segundo, pero eso tiene trampa. Tiene un partido menos y si gana todo, será campeón. Incluso se puede permitir un empate en uno de los cinco encuentros que le quedan. El primero post-Clásico fue una goleada. El mensaje, por lo menos, no deja lugar a dudas.
Y lo mejor para el Madrid es que ha podido encontrar a una nueva Quinta, esta vez la de Isco. Ahora solo queda que les dejen jugar más a menudo.