“Sólo los que intentan lo absurdo pueden lograr lo imposible”, dijo, en alguna ocasión, Albert Einstein. Y Ángel Correa, Angelito para los amigos, lo intentó incesantemente desde el principio. En un barrio problemático, humilde, se abrió camino. Podría haber optado por la vía fácil, por tomar el sendero de la normalidad, por hacer lo mismo que su entorno. “Allí te cuesta todo el doble, todos te tiran para abajo. Todos te dicen que vas a terminar siendo drogadicto o que vas a ir a la cárcel”, reconoció en una entrevista con Infobae al hablar de las calles. Sin embargo, él no hizo caso. Quiso ser futbolista, apartarse de todo aquello, y, a sus 22 años, no se arrepiente. Todo lo contrario. Tras marcar contra el Girona (2-2), será titular ante Las Palmas (22:15 horas).

Correa sustituirá a Griezmann, sancionado dos partidos por insultar al árbitro, y formará, presumiblemente, junto a Luciano Vietto en la punta de ataque. Será su segundo partido este curso, pero el primero que jugará como titular. “Tiene que ser su año”, reconoció Simeone, que durante esta pretemporada mantuvo una charla con el argentino. “Lo hemos hablado, tiene que tomar responsabilidades y ser determinante, tiene que dar un paso más”, pidió el técnico en rueda de prensa.



El futbolista argentino está ante su gran desafío. Uno de los muchos que ha asumido desde que naciera en ‘Las Flores’ (Rosario) en una familia de 10 hermanos. Allí, en un barrio problemático, soportó la muerte de su padre y la violencia de las calles. “Conocí a gente que se drogaba. Cada vez que ellos me veían, me decían: “Nunca te queremos ver con esto, vos tenés que dedicarte al fútbol. Si te vemos con esto, te matamos...”. Y él les hizo caso. Da igual que aquellos días, entre partidos de fútbol, observara a “un montón de jóvenes que la ‘rompían’ y después se quedaban por el camino porque eran padres, o por la droga, o por el alcohol...”, como confesó a El Gráfico.



El fútbol quiso sacarlo de allí. Su habilidad, su genio y su talento, desde los primeros años, le facilitaron una salida camino de la cantera de San Lorenzo de Almagro. Y, desde allí, dio el salto al Atlético de Madrid, donde de nuevo la vida le puso a prueba: una afección cardíaca le obligó a ser operado en Nueva York. Sin embargo, de allí salió más fuerte. Mucho más. La operación salió bien y él volvió a soñar con debutar en el Atlético. “Para nosotros, él es una ilusión constante”, celebró el Cholo el viernes. Y así ha sido desde el principio.

Correa celebra el segundo gol ante el Girona con Giménez.



Correa ha ido progresando año a año, sin parar, superando sus propias marcas. En su primera temporada, con ocho goles en 36 partidos; y la temporada pasada, jugando un total de 47 encuentros e igualando la marca anotadora del curso anterior (ocho). ¿Y ésta? “Vamos a intentar que entre todos logremos que se equilibre y se regularice con el tiempo. Es un jugador que logra cambiar los partidos, pero que tiene que ir más allá”. ¿Cómo? “Eligiendo mejor los lugares dónde marcar la diferencia”, sentenció su entrenador.

Una exigencia que el argentino asume con naturalidad. A sus 22 años, ha demostrado que tiene cualidades y que, a menudo, es determinante. Así fue contra el Girona. Entró en la segunda mitad, recibió la pelota, levantó la cabeza, se metió entre tres defensas y la colocó lejos de las manos del portero. Hizo un gol sin complejos, de esos que bendicen las alabanzas según van acercándose a las mallas. Pero, eso sí, le falta por dar ese paso, convertir esos fogonazos en regularidad. En cumplir durante 90 minutos.



Esa oportunidad la tendrá este fin de semana ante Las Palmas. Aunque Simeone no quiso hacerlo oficial, Correa será titular. Sustituirá a Griezmann, y lo hará, quizás, junto a su compatriota Vietto, que también va a tener la oportunidad de ganarse su puesto. “Ha hecho una buena pretemporada y ha estado entusiasmado. Salvo que me digan lo contrario, está con nosotros”, sentenció Simeone. Y con esa declaración de intenciones, el Atlético buscará su primera victoria en La Liga y empezar a sumar. Porque sí, la temporada es muy larga, pero lo colchoneros no se pueden permitir otro tropiezo en este inicio de campeonato.

Los jugadores del Atlético celebran el gol de Giménez.

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