El Girona logró este sábado la primera victoria de su historia en Primera división al imponerse al Málaga gracias a un solitario gol de Pedro Alcalá en el minuto 28 de juego de un partido en el que se mostró muy superior a su rival. [Narración y estadísticas: Girona 1-0 Málaga]
En el segundo partido de Montilivi en la máxima categoría del fútbol español, los de Pablo Machín -que ya rozaron los tres puntos la semana pasada ante el Atlético de Madrid- superaron con claridad a un Málaga que volvió a mostrar muchas carencias, tanto en ataque como en defensa.
Después de caer en casa ante el Eibar en la primera jornada (0-1), Míchel dejó atrás el 5-3-2 que utilizó ante los vascos y salió de inicio con un 4-2-3-1 en el que destacaba la entrada del debutante Álex Mula, que reemplazó en el once al central Diego González.
Junto a la intensidad de Recio, que hoy cumplía 130 partidos con el Málaga, el desparpajo del joven atacante barcelonés fue de lo poco que destacó de un equipo que tendrá que mejorar si no quiere meterse de lleno en la lucha por la permanencia.
Por el lado del Girona, Pablo Machín salió con la misma alineación que en el encuentro ante el Atlético de Madrid. En el césped, de nuevo, siete de los protagonistas del ascenso del curso pasado y cuatro recién llegados: Gorka Iraizoz, Christian Stuani, Marc Muniesa y Bernardo Espinosa, que se volvió a mostrar muy sólido en el centro del eje defensivo gerundense.
Como ya hicieron en el partido frente los colchoneros, también destacaron Pablo Maffeo, Borja García, Portu y Àlex Granell. El capitán gerundense, que hace diez años estaba jugando en Segunda Catalana, se encuentra en un momento dulce. Prueba de ello es que de sus botas han nacido los tres tantos que ha marcado el Girona en estas dos primeras jornadas ligueras.
El encuentro empezó con los de Míchel mandando y con ganas de desquitarse de la derrota sufrida el fin de semana pasado. Mientras los malagueños manejaban el balón cómodamente, el Girona aguardaba tranquilo presionando la salida de balón de su rival.
La primera ocasión del partido llegó en el minuto 10, cuando Pablo Maffeo conectó un disparo desde el vértice del área que salió lejos del palo derecho de Roberto Jiménez. Con este acercamiento el equipo catalán creció y se ha hizo con el mando del esférico. En los siguientes minutos, el equipo de Montilivi disfrutó de hasta cuatro ocasiones con cierto peligro: una de Pedro Alcalá y tres de Borja García.
Por el lado visitante, la primera llegada no se produjo hasta el minuto 26. En la única vez que los futbolistas de Míchel consiguieron superar a la defensa rojiblanca en el primer tiempo, Borja Bastón chutó a las manos de Gorka Iraizoz, que la atajó sin problemas.
El único gol local llegó en la siguiente acción de peligro. En el minuto 28, haciendo gala del excelente dominio de la pizarra que tiene el Girona, Àlex Granell puso un buen balón para Portu a la espalda de la defensa andaluza. Roberto pudo rechazar el disparo del murciano, pero el balón quedó muerto en el punto de penalti y allí lo recogió Pedro Alcalá para conseguir el tanto que dio la primera victoria en la élite al cuadro gerundense.
Los de Montilivi incluso tuvieron ocasiones para ampliar distancias con un disparo de Granell y otro de Portu. Antes del descanso, también tuvieron opciones para marcar el Málaga, pero los disparos de Juanpi y Borja Bastón salieron lejos de la portería de Gorka.
Así acabó un primer tiempo en el que el Girona se impuso en el control de juego, en ocasiones (8 a 3) y en goles (1 a 0). Con la excepción de los primeros minutos, el Girona llegó con facilidad frente a un Málaga que sufrió para superar el cerrojo rojiblanco.
La segunda mitad empezó con el mismo guión, aunque la intensidad fue decayendo a medida que avanzaba el encuentro. Los primeros en inquietar la portería rival fueron los hombres de Pablo Machín, que gozaron de hasta cuatro ocasiones claras. La más peligrosa llegó en el minuto 60, cuando el asistente anuló un gol por fuera de juego a Portu.
Después de esta fase de acercamientos locales, el Málaga empezó a sobreponerse. Adrián González y Jony asustaron a la afición rojiblanca, pero el marcador no movió y los tres puntos fueron para un Girona que hoy puede dormir en posiciones de Liga de Campeones.