Los mayores cuentan que, durante el franquismo, el Camp Nou fue un refugio, el único lugar de España donde se podía hablar catalán libremente. O eso, al menos, es lo que se dice. Pues bien, este domingo, sus hijos y sus nietos, en el mismo recinto deportivo, gritarán “sí a la independencia”. Acudirán a un campo de fútbol, pero lo harán para expresar, en su mayoría, que quieren irse de España, que quieren ser un estado propio, que son diferentes. Da igual, en realidad, lo que ocurra sobre el césped. El Barça es líder y, de ganar, sumaría su séptima victoria consecutiva en este inicio de Liga. Pero eso no importa. Como tampoco lo hace el rival, Las Palmas (16:15 horas). Eso es lo de menos. El fútbol, esta vez, será un mero instrumento al servicio de la política.
Nadie duda, a estas alturas, de lo que va a ocurrir en el Camp Nou. El Barcelona, este domingo, volverá a ser el “ejército simbólico y desarmado de Cataluña”, como acuñó Vázquez Montalbán. El club favorecerá el clima a favor del “sí”, como lo ha hecho en múltiples ocasiones durante los últimos años. Unas veces con pancartas (acuérdense de aquella que decía “Bienvenidos a la República de Cataluña”, aquella otra que pedía “SOS Democracia” o la que, simplemente, sentenciaba “Good bye Spain”). Y, otras veces, en cambio, con declaraciones de sus miembros. Laporta, cuando era presidente, hizo campaña a favor del “sí” y el propio club, en un comunicado, ha apoyado recientemente la celebración del referéndum.
El clima, por tanto, será idóneo para los impulsores de la independencia y, para qué engañarnos, será complicado para cualquier otro que se quiera acercar. ¿O se imaginan a alguien, por ejemplo, con la bandera de España tratando de ‘sobrevivir’ en el Camp Nou? ¿O a algún otro a favor del ‘no’? El partido, por la fecha y por la coyuntura, no parece el adecuado para aquellos que piensen diferente. El fútbol pasa a un segundo plano. De hecho, llegó a plantearse la posibilidad de suspender el encuentro por la falta de efectivos policiales, pero finalmente la Junta de Seguridad de Cataluña decidió no hacerlo.
ESTELADAS Y PROCLAMAS A FAVOR DEL SÍ
El Barcelona no ha anunciado si llevará a cabo alguna iniciativa a favor del sí. No obstante, con independencia de lo que tenga intención de programar, lo que es seguro es que el Camp Nou, durante el minuto 17 y 14 segundos gritará “Independencia” (la cifra responde a 1714, cuando Barcelona fue sitiada por las tropas borbónicas). Es más, es posible que la proclama se realice en otros momentos del partido. Además, la ANC (Asamblea Nacional Catalana) repartirá con total seguridad esteladas a la entrada del recinto deportivo y el público las exhibirá durante los 90 minutos.
Ese será el paisaje en una tarde de fútbol con banderas nacionales y un escaso contenido deportivo en las gradas. Sobre el césped, en cambio, comparecerán dos equipos en momentos muy diferentes. El Barcelona llega como líder, después de dos victorias en Champions (contra la Juventus y el Sporting de Lisboa), y en un gran estado de forma. No ha perdido todavía esta temporada y todas las piezas parecen funcionar: los nuevos, Paulinho y Semedo (y descartamos aquí a Dembélé, lesionado), y los de siempre, que han vuelto a enchufarse con la llegada de Valverde al banquillo.
Las Palmas, en cambio, llegará tras acumular cuatro derrotas y dos victorias, con seis puntos y muy cerca del descenso. Pero también con nuevo entrenador. Pako Ayestarán debutará en el Camp Nou después de que Manolo Márquez decidiera presentar su dimisión (“No me encontraba ubicado”, reconoció en su despedida). Y tampoco lo harán los jugadores y aficionados en este domingo ‘raro’ y no apto para ‘españoles’, con un clima proreferéndum en las gradas y un grito al unísono que no será “Visca Barça”, sino “Sí a la independencia”.
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