¿Y si Puigdemont preside el Girona - Real Madrid?
El conjunto local, que en enero de 2017 premió al expresident con la insignia de oro del club, celebrará la DUI contra el equipo de Zidane, que no modifica su plan. El partido no corre peligro ni se suspenderá, confiesan desde la Liga.
29 octubre, 2017 02:53Noticias relacionadas
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Hace menos de un año, Carles Puigdemont, que tiene la insignia de oro del club, se sentó en Montilivi junto a la que, hasta esta semana, ha sido presidenta del Parlament, Carme Forcadell. Aquel día, el Girona, en un partido contra el Zaragoza, ascendió a la máxima categoría. “Somos de Primera”, tuiteó tras el encuentro el líder de JxSí. Entonces, su afición, independentista en su mayoría, soñó con jugar contra el Real Madrid. Pues bien, el conjunto catalán lo hará este domingo (16:15 horas). El día que tanto esperó la entidad ha llegado. “Será una fiesta”, reconoció Pablo Machín, técnico de los locales en rueda de prensa. Pero, claro, lo hará en una situación particular: con la grada llena de esteladas en pos de celebrar la ‘llegada’ de la República catalana y una tensión política sin precedentes en España desde el 23-F.
En ese clima, el ya expresident de la Generalitat, podría acudir al palco. El club lo ha invitado, aunque, de momento, no ha confirmado su asistencia. Eso sí, el sábado se le vio en Girona. En el caso, por tanto, de que decida acudir, en Montilivi se encontrará con el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, que sí ha confirmado su asistencia.
Por todo esto, el partido, en un principio, fue puesto en cuestión, pero se celebrará, según reconocen todas las fuentes (Ayuntamiento, clubes y Liga), con total normalidad. Las medidas de seguridad serán las previstas antes de la DUI (Declaración Unilateral de Independencia) y no hay previstas medidas excepcionales a pesar de la visita del Real Madrid y de que se superarán los 13.305 espectadores que se registraron en la visita del Barcelona. “En nuestra ciudad, como en el resto de Cataluña, somos personas cívicas y responsables. No hay nada que temer más allá de los problemas normales que se generan en un partido de fútbol. Pensar lo contrario es ridículo”, reconoció Marta Madrenas, alcaldesa de Girona.
Lo que sí es seguro es que en Montilivi, en todos los sentidos, no será un día cualquiera. En lo meramente futbolístico, porque reciben al Real Madrid; y en lo político, porque el estadio será una olla a presión. Tanto la Asamblea Nacional Catalana (ANC) como Òmnium Cultural repartirán esteladas en los aledaños del recinto deportivo y la grada recibirá al equipo de Zidane con banderas y gritos de independencia, como hizo en la visita del Barcelona. Casualmente, lo harán jugando en la Liga española. Cosas de la vida.
Esa normalidad, sin embargo, no es real. Es cierto que Tebas, presidente de la Liga, ha afirmado que el partido se desarrollará con total normalidad. Y puede que así sea. No tiene por qué haber incidentes dentro del campo. Pero, para evitar que los haya fuera, el Real Madrid ha decidido prescindir de su autobús oficial y llegará de incógnito en otro. ¿El motivo? No quieren que los radicales le tiren piedras conjunto blanco ni que haya altercados.
“Sabemos que es un campo difícil, como todos los de fuera de casa, y que nos espera un partido complicado –reconoció Zidane, en referencia al clima político–. No vamos a pensar en que no hemos jugado allí nunca. Vamos contentos”, sentenció el técnico del Real Madrid en rueda de prensa, sin salirse del guión. Y en la misma línea habló Pablo Machín, entrenador del Girona: “La afición es muy respetuosa y cívica, y está deseosa de ver fútbol de Primera división, no hay ningún motivo para la alarma (…) Me sabe un poco mal que en un momento en el que se debería hablar de los méritos deportivos se estén destacando más cosas extradeportivas”.
Y en ese clima llegará el Real Madrid, con muchas bajas (Keylor Navas, Carvajal, Kovacic y Bale) y los descartes de Vallejo y Mayoral. Nueve novedades respecto a la Copa para tratar de seguir recortando puntos con sus rivales directos: el Barcelona, líder de la competición, y el Valencia, que es segundo con cuatro puntos más que el conjunto de Zidane. Partido importante, en definitiva, tanto en lo deportivo como en lo extradeportivo pese a la insistencia de todos por destacar la normalidad.