Puede que el fútbol sea un estado de ánimo. Quizás sea así. O puede, también, que los delanteros se muevan por rachas. Quién lo va a negar. Los tópicos, al fin y al cabo, se convierten en costumbre, en frase manida, cuando aceptan una posible certeza. Y esta vez, para qué negarlo, beben de la realidad, pero también de los datos. Las estrellas del derbi (Griezmann, Ronaldo y Benzema) llegan en penumbra, sin olfato, sin goles (entre los tres, en competición doméstica, suman cuatro para sus respectivos equipos) y sin argumentos. No han empezado bien la temporada y como tal lo tienen asumido. Eso no lo niegan. De ahí la urgencia en rectificar, en cambiar la dinámica. Por su bien, pero también por Atlético y Real Madrid, ambos a ocho puntos del líder en Liga, el Barcelona.
Esa es la realidad amarga a la que se enfrenta el derbi, que se debatirá este sábado (20:45 horas) entre recuperar a sus estrellas o alzar a secundarios (incluso si el resultado final fuera empate a cero). Eso, en cualquier caso, depende de estos tres jugadores. Aunque, obviamente, el Atlético necesita –por lo evidente– mucho más a Griezmann, que no ha conseguido ver puerta en los siete últimos partidos (desde que anotara de penalti ante el Chelsea en la Champions League) y es parte responsable de la marcha de su equipo: prácticamente eliminado de la Champions y con problemas en Liga y Copa.
El francés, a vueltas con la afición y su futuro (que si me voy al Manchester, que si me gustaría formar delantera con Neymar y Mbappé…), saltará al Wanda Metropolitano con la obligación de marcar para eludir los pitos. Sólo eso le salvará en su peor racha goleadora como rojiblanco (siete partidos sin marcar seguidos y apenas tres goles ante Málaga, Sevilla y Chelsea, de penalti). Hasta ahí la influencia de un jugador decisivo en sus tres primeras temporadas: terminó con 25 tantos la 2014/15, con 32 la 2015/16 y con 26 la 2016/17.
En total, el francés suma 671 minutos sin marcar. Un drama. Él jamás había vivido nada parecido como colchonero, porque en sus tres cursos anteriores, le fue mejor. En el primero, aunque tardó mucho en hacerse titular (casi tres meses), nunca estuvo más de seis partidos sin anotar. En su segundo curso, metió un gol menos en sus 13 primeros choques, pero jugó menos minutos: 676 por los 1.114 de ahora. Y en el tercero, convirtió el doble: seis en los mismos encuentros –más cinco asistencias–.
Su situación, por tanto, es delicada. Eso nadie lo niega. Aunque, por otra parte, el francés, que se ha enfrentado en 14 ocasiones al Real Madrid desde que llegó a la capital, ha marcado en dos de los tres últimos derbis: el del empate (1-1) en el Santiago Bernabéu en la segunda vuelta de la Liga y el de la vuelta de las semifinales de la Champions en el Calderón (2-1).
Ronaldo y Benzema, sin puntería
Los síntomas son los mismos en el Madrid, que saltará al Wanda Metropolitano con la obligación de ganar y de ir recuperando efectivos. No le queda otra. Pero para ello necesita a Cristiano Ronaldo, a vueltas con su temporada: ha marcado ocho goles –una buena cifra–, pero los ha repartido mal. Su balance desigual registra seis tantos en Copa de Europa, uno en la Supercopa de España ante el Barcelona y sólo uno en Liga. De ahí que su equipo esté deambulando por los puestos que dan acceso a Champions League en la competición doméstica y lejos de la cabeza.
Ese es su problema, que, a pesar de ser individual, ha derivado en una lucha dialéctica. “Pepe, Morata y James nos hacían más fuertes”, reconoció tras perder ante el Tottenham. Y Ramos, durante la concentración de España, le contestó: “Me parece un poco ventajista (hablando de sus palabras) porque cuando ganamos las dos Supercopas nadie se acordaba y éramos los mismos”. Y ambas sentencias, como los tópicos, albergan alguna certeza.
Y, entre todos ellos, Benzema, que repite guión como jugador blanco. Ha empezado cuestionado por su único tanto en Liga –además de por las múltiples ocasiones falladas– y el Bernabéu no ha dudado en silbarle por sus actuación este curso, máxime cuando la temporada pasada, por estas fechas, sumaba cinco tantos (cuatro en Liga y uno en Champions). Pero, claro, el francés ya demostró que puede volver (como en las semifinales de la Copa de Europa de la campaña anterior, cuando se sacó de la ‘chistera’ un regate que acabó en gol ante el Atlético).
En definitiva, tres nombres. Sólo tres nombres. Pero, habitualmente, decisivos. ¿Lo serán en este derbi, el primero del Metropolitano? Eso está por ver. Sólo el futuro dictaminará si ocuparán un papel protagonista o uno secundario. Aunque, en cualquiera de los casos, sus actuaciones centrarán la conversación de bar. Qué se le va a hacer. Es lo que tiene estar entre los mejores. Para lo bueno, pero también para lo malo…
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