Madrid

Cuesta abajo y sin frenos, el Real Madrid ha decidido que si muere, morirá sin aceptar su triste presente. Al actual campeón de Liga le ha entrado el gusto a ceder puntos y no tiene ni el mínimo orgullo de recortar la distancia con el Barcelona. Al contrario, sus resultados ayudan a que la diferencia con el liderato sea cada vez más escandalosa. [Narración y estadísticas: Real Madrid 0-1 Villarreal]

El Madrid es ahora un disco rayado. Siempre hace lo mismo y todo eso le lleva al abismo. Es, para que lo entiendan, un desastre, un equipo menor que, aunque parezca mentira, acaba la primera vuelta con serio riesgo de perder los puestos Champions. Si el Sevilla gana este domingo en Vitoria, le igualará en puntos en la cuarta plaza. Y a uno está ya el Villarreal.

Es tan poca la autocrítica blanca que repite los mismos errores y los mismos partidos. La victoria del Villarreal en el Bernabéu fue idéntica a la que consiguió el Betis en el mismo escenario hace ya unos meses. Un encuentro en el que el Real Madrid domina, crea alguna que otra ocasión, pero se estrella ante su gran problema: la falta de gol. Y el rival, con poco, te retrata con un gol en los últimos minutos.

Cristiano Ronaldo ante el Villarreal. REUTERS

Porque el problema del Real Madrid es de gol. Y cuando lo encuentre, todo cambiará, pero como no lo tiene, sigue su grave crisis. Los blancos son un equipo desesperado y desquiciado. Este sábado se encontraron con un Sergio Asenjo brillante, pero el problema viene de lejos. Hasta tres goles evitó con sus paradas, todas ellas de esas manos que dan puntos, que coronan a un portero. El meta palentino está plenamente recuperado y, al margen de colores, es una gran noticia para el fútbol.

El Real Madrid no jugó muy diferente a lo que lo hizo el año pasado, pero la ausencia de gol le martiriza. Si la temporada pasada estos partidos los ganaba sin complicaciones, este año le cuesta mucho trabajo anotar. Es un continuo sufrimiento interno. El Real Madrid juega siempre más ante sus propios fallos que ante el rival. Es una agonía.

Sin gol no hay confianza y sin confianza no hay nada. Y el Madrid se estrella siempre en su afán por marcar porque la pólvora la tiene muy mojada. Este sábado se puede justificar por el partidazo de Asenjo, pero hay más cosas. Es una cosa estructural que pasa en todos los encuentros. Y eso lleva a la desesperación de unos jugadores que crean ocasiones, que ante el Villarreal no jugaron mal pero siempre se estrellaban con la misma puerta.

Los jugadores del Villarreal celebran el gol en el Bernabéu. EFE

Zidane repitió táctica, esa que este año no le funciona, quitó a Isco, que se fue cabreado y sin saludar, y a Bale, pero el Madrid siguió igual. Si después de estos tres tropiezos consecutivos, además de todo lo que tiene detrás, Zidane no se ha dado cuenta que a esta plantilla le hace falta un delantero, tiene un problema.

A todo eso se unió un gol final de Pablo Fornals que acabó por destruir el poco optimismo que hay en el Madrid. Una contra pilló a la defensa blanca y el jugador del Villarreal definió con una vaselina tras una primera parada de Keylor. Todo lo que puede salir mal salió. Es un drama este equipo. Un desastre. No es digno de su historia y así se lo hizo ver el Bernabéu, que le despidió con la bronca más grande de la era Zidane.

Ficha Técnica

Real Madrid: Keylor Navas, Carvajal, Varane, Nacho, Marcelo, Casemiro, Kroos, Modric, Isco (Lucas Vázquez), Bale (Asensio) y Cristiano.

Villarreal: Asenjo, Jaume Costa, Bonera, Álvaro, Mario Gaspar, Rodri, Manu Trigueros, Samu Castillejo (Rukavina), Fornals, Raba (Cheryshev) y Bacca (Unal).

Goles: 0-1 Fornals (87').

Árbitro: Undiano Mallenco (comité navarro). Amonestó a Carvajal y Lucas Vázquez (Real Madrid) y Bacca (Villarreal).

Estadio Santiago Bernabéu. 19ª jornada de Liga. 

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