Oblak aplaca al Real Madrid y el Atlético se lleva demasiado premio del Bernabéu
El portero esloveno fue el mejor de un derbi (1-1) en el que el equipo de Zidane fue claramente superior. Marcaron Cristiano y Griezmann. A los blancos no le pitaron dos (o tres) penaltis. Con este resultado el Barça toca la Liga.
8 abril, 2018 18:20En el fútbol siempre ha existido un conflicto entre los estilos que se utilizan para ganar. Uno puede intentar vencer saliendo al ataque y otros desde la defensa y el contraataque. Todos son respetables y todos son válidos si al final consigues tu objetivo. En el derbi madrileño, el Madrid fue mejor (bastante mejor), pero la justicia la dan los goles. [Así te hemos contado el Real Madrid 1-1 Atlético de Madrid]
Y ahí hubo igualdad porque el Atlético resistió, gracias a Oblak, al asedio del Real Madrid y porque fue inteligente cuando le metieron el primer gol. Los de Simeone siguen segundos, cuatro puntos por delante del Real Madrid, pero dicen adiós a las mínimas opciones que tenían de Liga.
Oblak evitó la goleada del Real Madrid. Y eso no quiere decir que Keylor Navas no apareciera, que también, con dos paradas estratosféricas. Pero mientras el costarricense hizo dos, el esloveno hizo seis. Y todas muy claras. Keylor evitó algún gol más del Atlético, Oblak la victoria clara del Madrid. El meta rojiblanco demostró en el Bernabéu ser el mejor portero del mundo.
La primera parte fue un asedio del Real Madrid en el que el Atlético solo salió en tres minutos aislados. El primero, en una buena jugada colectiva que terminó con Koke arrastrándose por el suelo sin éxito en el disparo. El segundo, en la mejor ocasión de los rojiblancos en todo el partido, un disparo medido de Diego Costa al que respondió con una mano espectacular Keylor Navas. El tercero, en un fuera de juego pitado a Vitolo de forma inexplicable, porque el canario partía de su propio campo.
No será el Atlético el equipo que se deberá quejar del arbitraje, porque el Real Madrid pidió, y con razón, tres penaltis (dos en la primera parte, otro en la segunda). Uno a Kroos de Juanfran, otro a Lucas Vázquez de su tocayo Hernández y un codazo de Godín a Lucas Vázquez. En todos interpretó Estrada Fernández que no había nada y solo en el segundo se le pudo dar el beneficio del error. Los otros dos fueron claros.
Puso el 1-0 Cristiano en un gol precioso, con un centro exquisito de Gareth Bale que el portugués remató de primeras con un disparo cruzado. El Atlético, como tantas otras veces, también sufrió al veneno de un Ronaldo en estado de gracia y que fue cambiado, con 1-1, en el minuto 60. Estaba pactado y ni el resultado apretado cambió los planes de Zidane.
A ese empate llegó el Atlético en una gran reacción al tanto de Cristiano. Si el portugués marcó en el 53', Griezmann lo hizo en el 57'. Todo lo que no había hecho el equipo de Simeone en 50 minutos, lo realizó en cuatro. Se fue algo más al ataque y así llegó el gol rojiblanco, en una conexión Vitolo-Griezmann que acabó con tanto del francés. Un minuto más tarde, Koke tuvo exactamente la misma, pero sacó otra mano salvadora Keylor.
El derbi fue precioso y por momentos frenético. Se vieron a dos porteros descomunales y dos estilos antágonicos con los que ambos se puede ganar. Simeone repitió la idea del Camp Nou, replegándose atrás toda la primera mitad y estirándose en la segunda, y el resultado esta vez fue algo mejor.
Que el derbi no tenía ninguna importancia más allá del honor se vio en la tranquilidad con la que todos se tomaron el duelo. No hubo grandes peleas. Los entrenadores hasta se dieron el lujo de quitar a Cristiano y Diego Costa. Zidane y Simeone, con buen criterio, prefirieron no arriesgar ahora que llega el tramo importante en el tramo decisivo de la temporada. Desde ahí, el partido se durmió más.
Alguna parada más de Oblak y final a un derbi del que sale ganador es el Barcelona, que saca 11 puntos al Atlético y 15 al Real Madrid (21 en juego). Con esta puntuación, la Liga ya estaría decidido en el Clásico del próximo 6 de mayo. Eso sí, los blancos, y con razón, no harán pasillo al campeón.