La última vez que el Leganés pisó el Santiago Bernabéu, el Real Madrid se electrocutó por completo y avecinó un desastre de temporada. El fútbol, tan imprevisible siempre, acabó cambiando aquél desastre (eliminado de Copa) en una situación histórica, con los blancos tocando su tercera final de Champions. [Narración y estadísticas: Real Madrid 2-1 Leganés]
Para llegar a Kiev deberán refrendar el pase el martes ante el Bayern y ese encuentro fue el único importante de de este sábado en el Bernabéu. El Madrid no jugó contra el Leganés, lo hizo ante sí mismo. Zidane no disimuló, pensó en el partido de Champions y sacó a todos los que este año han sido suplentes. Los 'cachorros'.
Y con ellos el Madrid dejó pasar los minutos y las dos horas de duelo, sin alma ni corazón, casi sin ganas de jugar, sabedor de lo poco que había en juego. El Madrid - Leganés de finales de abril, unas fechas en la que siempre hay máxima tensión, bien pareció un amistoso. El conjunto de Garitano, porque ya está salvado, reafirmando el milagro que desde hace años viene obrando. El Madrid, porque la Liga está perdida desde hace tiempo.
Y con ese panorama, el Bernabéu se durmió y apenas vibró. Todos los pensamientos estaban, con razón, en el Bayern. De la rotación extrema de Zidane no se salvó Casemiro, que actuó de defensa, y tampoco Benzema y Bale, a los que ahora, especialmente al galés, no se le puede poner ya como titular. Del francés, nada. Insulso, como casi siempre. De Gareth, un gol nada más comenzar el encuentro, justo en la línea del fuera de juego.
Tras ello, el Madrid lejos de agradar, prefirió guardar esfuerzos, lógico por lo que se viene, inentendible por los que jugaban. De los 'cachorros' destacó Ceballos, que por lo menos intentó cosas, Achraf, que estuvo mejor en banda aunque fue de más a menos, y Borja Mayoral, aunque fuera solo por el gol que metió cuando la primera parte ya acababa, en un remate en el segundo palo en el que el delantero de Parla solo tuvo que empujar el balón. La celebración fue con suspense, porque primero se anuló el tanto (así lo indicó el linier por fuera de juego) pero después se dio por válido (acierto) por parte del árbitro al venir el balón de un defensor del Leganés.
El conjunto del sur de Madrid, que cada vez que pise el Bernabéu recordará que fue en este campo donde dibujó una de las páginas más importantes y bonitas de su historia, se creció en la segunda mitad, también gracias a la siesta madridista, recortó distancias (Brasanac, 66') y cerca estuvo del empate con varios acercamientos que levantaron algunos pitos en el Bernabéu.
Pocas conclusiones se pueden sacar de un partido en el que el Madrid no fue el Madrid de Champions, tal y como se preveía. Sin Keylor, Marcelo, Carvajal, Ramos, Varane, Kroos (salió en la segunda mitad), Modric, Cristiano, Isco, Asensio (también apareció después) y Lucas, el conjunto blanco se desdibujó por completo. La unidad B no funcionó.
Venció el equipo de Zidane, que se coloca a un punto del Atlético en la lucha (si es que alguno de los dos equipos quiere luchar) por el segundo puesto. Acabó el encuentro ante el Leganés, una piedra en el camino para el Madrid, y llega ya la gran traca de la temporada. El martes, ante el Bayern, el campeón de Europa hará que la presente temporada sea mala, buena o muy buena. El excelente, en todo caso, para Kiev.