Las autoridades de Los Ángeles han confirmado en una rueda de prensa pública las causas del accidente que protagonizó Tiger Woods hace unas semanas. El popular golfista, que tuvo que ser ingresado y operado de urgencia por la gravedad del golpe, chocó contra un árbol como consecuencia de un exceso de velocidad. Según los primeros datos dados a conocer, el norteamericano excedía en 64 kilómetros por hora la velocidad límite del tramo.
En un primer momento se especuló con la posibilidad de que Woods hubiera consumido alguna sustancia o ingerido alcohol. Sin embargo, desde los primeros días las autoridades del condado parecieron descartar esa posibilidad y centrar toda la atención en un posible exceso de velocidad. El lugar donde se produjo el accidente era un punto negro de la carretera y las primeras investigaciones se dirigieron a confirmar si había existido ese exceso de velocidad.
Tras analizar la caja negra del coche, las autoridades han confirmado que Tiger Woods circulaba a cerca de 135 kilómetros por hora en una zona de apenas 72 kilómetros por hora. Además, han determinado que la presión ejercida sobre el pedal fue del 99%, por lo que hay ciertos investigadores que creen que Woods se equivocó a la hora de pisar el freno. El golfista, que no recuerda el accidente, no ha podido dar detalles al respecto.
"El principal factor que causó la colisión fue la conducción a una velocidad insegura para las condiciones de la carretera y la incapacidad de realizar la curva", ha subrayado en rueda de prensa Alex Villanueva, sheriff de Los Ángeles y quien viene dando detalles de toda la investigación desde el pasado mes de febrero. Woods llevaba el cinturón de seguridad, no había consumido ninguna sustancia y el coche estaba en buen estado, por lo que el exceso de velocidad es la única razón encontrada por los investigadores.
Debido a que en el accidente solo se vio involucrado el golfista, y ante la ausencia de testigos, no se presentarán cargos contra Tiger Woods, que tampoco ha sido citado a declarar. En los últimos días ya se había dejado entrever que no se presentaría ningún cargo contra él al descargarse el consumo de sustancias previamente al accidente, por lo que no tenía sentido. Algo que generó cierta incertidumbre entre los medios norteamericanos y que puso en el centro de la crítica a las autoridades, acusadas en algunos reportajes de haber tenido un trato especial con Woods. Ese escenario también ha sido descargado por Villanueva.
En plena recuperación
Woods fue dado de alta el pasado 17 de marzo para continuar con su recuperación en casa. "Feliz de decir que vuelvo a casa y continuo mi recuperación. Estoy muy agradecido por el apoyo exterior y ánimos que he recibido durante el último par de semanas. Gracias a los increíbles cirujanos, doctores, enfermeras y equipo médico del Harbor-UCLA Medical Center y Cedars-Sinai Medical Center. Vosotros habéis tenido mucho cuidado de mí y no puedo agradecéroslo lo suficiente", confirmó en un comunicado.
Ahora comenzará un tiempo de recuperación a la espera de saber si volverá a competir y cuándo. Tiger Woods, cabe recordar, ya tuvo algún que otro incidente subido a un vehículo. Primero durante una discusión con su exmujer, de la que huía para evitar una agresión tras hacerse pública su infidelidad, y que le llevó a colisionar contra un árbol cerca de su casa. Años después, Woods fue encontrado en malas condiciones en medio de una carretera tras pasar la noche en su propio vehículo. En aquella ocasión se detectaron varias sustancias en su cuerpo, aunque el golfista aseguró que había mezclado algunas pastillas que le provocaron esa sintomatología.
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