Vive el golf profesional tiempos de cambio, tanto que ya se ha abierto una brecha entre los que se quedan en los circuitos tradicionales y los que optan por el LIV Golf. Este último es un proyecto impulsado y financiado por Arabia Saudí, lo que ha provocado no pocas críticas por parte de los más puristas de este deporte.
La creación del LIV Golf en el país saudí con grandes sumas de dinero ha provocado una diáspora de golfistas, que han dejado el PGA Tour por la experiencia en Oriente Medio. De hecho la organización del circuito LIV Golf tiene un suministro de dinero aparentemente ilimitado gracias a su propietario, el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí (PIF).
Uno de los últimos en unirse fue Brooks Koepka que, según informó The Telegraph, cobrará un montante de hasta siete cifras por unirse al torneo. De este modo acompañará a otros que fueron número 1 como él y que también disputan ya los torneos del LIV Golf, como Dustin Johnson, Martin Kaymer y Lee Westwood. En cifras, las LIV Golf Invitational Series repartirán unos 240 millones de euros entre los ocho torneos que se celebrarán en 2022.
Otro de los que eligió el LIV Golf fue el español Sergio García, lo que le ha valido no pocas críticas en estos últimos días durante el Open británico. El castellonense ya se ha cansado y ha admitido que seguramente deje el circuito europeo. Al ser preguntado en la zona mixta del Old Course de St Andrews, dijo que tiene "bastante claro lo que hacer" y señaló que la decisión será "probablemente, dejarlo".
Si los jugadores deciden participar en el evento de LIV Golf a pesar de las restricciones, la PGA tendrá que determinar qué sanciones impone. Lo que es evidente es que las multas no preocupan a los jugadores porque Arabia Saudí indemnizaría a esos jugadores.
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"Quiero jugar donde me quieren. Me gusta sentirme querido y en el tour europeo no me siento querido en estos momentos", comentó Sergio García, que reveló unas palabras que le dedicó en un torneo reciente el golfista danés Thomas Bjorn en el que le afeaba dejar los torneos de siempre para optar por el LIV.
"Viene y nos dice que aquí no os queremos a ninguno, que sepáis que todos no quieren que estéis aquí. Obviamente no es bonito y tengo una edad y unos sufrimientos para estar aguantando tonterías así", afirmó el de Borriol.
Fuera de la Ryder
Con el paso que tiene previsto dar, cambiará su vida deportiva, ya que correría el riesgo de no clasificarse para los grandes, y familiar. "Jugaré menos, estaré más en casa… Si no juego grandes, pues no los juego, tampoco me importa mucho. Me da un poco de pena por la Ryder, pero tal y como estoy tampoco estoy para jugar en la Ryder", reconoció.
De hecho, al igual que Sergio García, Henrik Stenson está viendo cómo se le aparta de los torneos europeos por haber elegido el LIV Golf, y en los próximos días se le retirará la capitanía del equipo europeo de la Ryder Cup.
Y es que al otro lado de Sergio García o Stenson están golfistas como Tiger Woods, más cercano a los circuitos clásicos y que acusó a los que han elegido el dinero árabe de dar la espalda a lo que les llevó a donde están.
"Lo que el Tour Europeo y el PGA Tour representan, lo que han hecho, así como todos los profesionales y todos los órganos de gobierno del golf y todos los grandes campeonatos, la manera de dirigirlo…Sé lo que representa el PGA Tour y lo que hemos hecho y lo que el Tour nos ha dado, la capacidad de construir nuestras carreras y ganar torneos, todo lo que hemos podido jugar y la historia que representa", explica el californiano durante el pasado Open en Escocia.
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En una posición intermedia está Jon Rahm, que aunque defiende el PGA Tour y ha rechazado ofertas millonarias del dinero saudí diciendo que no le cambiaría la vida le ha echado un capote a Sergio García.
Rahm recordó que "el mayor espectáculo" del golf es la Copa Ryder y lamentó que "por esta tontería" jugadores como Sergio García "no puedan jugar". "Por eso me jode más, que el mejor jugador que Europa ha tenido no pueda estar. Me parece difícil de entender y procesar", valoró.
Conflicto judicial
Además, hace unas semanas Rahm indicó no le sorprende la cantidad de jugadores que está optando por el LIV Golf, aunque él no será uno de ellos. "Cientos de millones de dólares son una muy buena razón para que la gente decida jugar allí. Veo muchos comentarios al respecto, pero la gran mayoría de la población, si te ofrecieran 100 millones o más por los próximos cuatro años (el caso de Dustin Johnson), seguro que mucha gente iría, ¿cierto? No me sorprende la cantidad de jugadores que han reclutado", sentenció.
Ahora el conflicto entre estos dos universos enfrentados dentro del golf ha llegado incluso a la justicia. El Departamento de Justicia de Estados Unidos está investigando al PGA Tour para averiguar si incurrió en prácticas contra la competencia en su lucha contra el LIV Golf.
El diario The Wall Street Journal aseguró la semana pasada que el Departamento de Justicia está examinando si los esfuerzos del PGA Tour para retener a sus jugadores se ajustan a la ley o no. El LIV Golf ha acusado al PGA Tour de prácticas monopolísticas por sancionar e impedir a sus jugadores acudir a los torneos de la iniciativa saudí.
Tras semanas de rumores y suspicacias, el PGA Tour dio un paso al frente a mediados de mayo al negar el permiso para que los jugadores de su tour pudieran competir en el LIV Golf Invitational Series de Londres, la primera cita del LIV Golf.
Esto ocasionó medidas disciplinarias y el abandono del PGA Tour camino del LIV Golf de jugadores como Sergio García, Dustin Johnson, Phil Mickelson, Ian Poulter, Lee Westwood, Brooks Koepka, el mexicano Abraham Ancer o Louis Oosthuizen, entre otros.
"Los miembros del PGA Tour no están autorizados a participar en el evento de la liga saudí en Londres (el primer torneo del LIV Golf) bajo nuestras reglas. Como organización de membresía, creemos que esta decisión va en el mejor interés del tour y de sus jugadores", defendió en mayo el presidente del PGA Tour, Tyler Dennis, sobre un conflicto en el golf que va para largo.