Por sus manos han pasado una medalla de oro europea, otra mundial, una plata olímpica... Pero más que metales, han pasado muchos balones. Laura Ester (Barcelona, 1990) es una de las protagonistas de una de las selecciones españolas más exitosas de los últimos tiempos: la de waterpolo femenino.
Pieza clave del equipo que está llevando al waterpolo español a lo más alto, rememorando a la masculina de la década de los 90, una de las mejores porteros del mundo (así lo dicen los títulos, con su equipo y con la selección, y sus paradas), atiende a EL ESPAÑOL, una vez confirmado el pase a los Juegos tras el Preolímpico de Holanda.
Oro europeo, oro mundial, plata olímpica... y siguen como si nada hubiera pasado. ¿Con cuál se queda?
Es complicado quedarse con un momento. Lo que conseguimos en Londres es el sueño de todo deportista y encima conseguir una medalla allí fue increíble. Pero el Mundial que ganamos en casa, con toda la afición volcada, fue también un momento muy especial y se nos quedará grabado en la mente a todas.
Eso sí, no se cansan de tener éxitos.
Para nada. Somos muy ambiciosas, no nos quedamos ancladas en el pasado. Miramos hacia delante, a la siguiente competición. Queremos ganar, simplemente.
¿De dónde le viene la afición por el waterpolo?
Pues la verdad, de ninguna parte. Fue por casualidad. Hacía cursillos para aprender a nadar y justo querían hacer sólo equipo de niñas, querían promocionar el waterpolo femenino. Fui, probé, me gustó mucho y hasta ahora. No había oído hablar de waterpolo antes.
¿Y cómo eligió ser portera?
De rebote. Me pusieron allí y me dijeron que tenía pinta de ser buena portera. Al principio cuando era pequeña no me gustaba, porque ves que todos marcan goles y tú recibes goleadas. Pero al final te acaba gustando, estás tranquilamente, no tienes que nadar, no te pegan, acaba gustando (risas).
Desde fuera, se ve como un deporte difícil de llevar. ¿Qué atrae del waterpolo?
Es un deporte muy dinámico, en constante movimiento, con goles, atractivo. No es un deporte tranquilo y pausado. Siempre pasa algo. Y eso es lo que atrae. Si no lo entiendes, te preguntas por qué el árbitro pita tanto, qué está pasando.
De aquella joven, ¿qué Laura Ester queda?
Las ganas y la ilusión. Es lo que me lleva a ir a entrenar, a sacrificarme, a pasar las horas dentro del agua...
Siempre se asimila la portería con la soledad. ¿Usted la nota?
Hay mucha gente que dice que sí, pero yo no lo veo así. Me siento muy arropada por el equipo que tengo, por lo bien que defienden. Nunca me siento sola.
¿A qué portero de fútbol se asemejaría? ¿Cuál ha sido su ídolo?
Son deportes tan diferentes.... Evidentemente, un referente en la portería es Iker Casillas, aunque no soy del Madrid (risas). Siempre que le he visto jugar, era espectacular. Me encantaba.
El año no arrancó muy bien con el Europeo, con la tanda de penaltis ante Holanda, y empezó a haber dudas. ¿Qué se dice a esa gente que piensa que esta selección está en decadencia?
En el deporte no siempre se gana, el contrario también juega. Se está viendo que el waterpolo femenino está muy igualado, que se pierden partidos por muy poco. En el Europeo perdimos ante Italia por un gol, ante Holanda en penaltis. Ahora en el último Preolímpico les hemos ganado. No hay favoritos.
¿Qué da más miedo en Río, Estados Unidos o el zika?
A este equipo no le da miedo nada. Que se ponga por delante quien sea que nosotras vamos con todo. Estados Unidos está en un nivel muy bueno, son la mejor selección del mundo, pero este equipo es capaz de todo y más.
¿Sería mucho decir que el objetivo es repetir lo que se hizo en Londres?
Todas vamos con un objetivo, que es ser campeonas olímpicas. Primero era estar en los Juegos y una vez conseguido, es ganarlos. Es lo que sueña este equipo y quiere conseguirlo. Vamos a Río a dar lo mejor y estar arriba.
¿La famosa magia de los Juegos existe?
Sí, es algo que tienes que vivir para saber realmente lo que es. Londres eran nuestros primeros Juegos, era todo nuevo. Entrábamos en la Villa Olímpica y nos pusimos a mirar a todos lados. Nos dijimos: "Lo hemos conseguido, somos olímpicas, estamos aquí dentro". Es algo mágico.
¿Qué le queda por hacer a Laura Ester?
El sueño que queda es ser campeona olímpica.
Y si no es en Brasil, ¿en Tokio?
Primero vamos a jugar éstos. Esperemos que sea en Río. Tiempo al tiempo.
¿Se sienten abandonados aquellos deportistas que sólo aparecen en los 15 días que duran los Juegos?
Hay veces que da rabia ver fútbol, fútbol y más fútbol. Los demás deportistas también existimos, también jugamos Liga, Copa de Europa. Sabemos que somos deportes minoritarios y que si queremos que se hable de nosotros tenemos que ser noticia, ganar algo. Pasamos muchas horas en el agua, sacrificando muchas horas. Da rabia. Pero bueno, sabemos que para rascar una media página de periódico o dos segundos de un telediario tenemos que haber conseguido algo.
Poca gente sabe que usted además ha ganado tres Copas de Europa con el CN Sabadell...
La gente siempre habla de que el Barça ha ganado todos los títulos. Vale, pero es que nosotras con el Sabadell estuvimos tres años sin perder un partido y dos años enteros ganando todas las competiciones que se podían. Da rabia, no sólo es el Barça quien gana todo.
¿Qué supone Miki Oca en su carrera?
Es un entrenador que da mucha tranquilidad. Ha sabido transmitir todas las ganas y el espíritu ganador que tenía cuando jugaba a este equipo.
Usted estudia Bioquímica. ¿Se puede aplicar al waterpolo?
Yo no veo muchas similitudes (risas).
Es peculiar esa unión. ¿Se lleva bien estudiar y ser deportista de alto nivel?
Es complicado de llevar, pero yo por ejemplo me lo tomo con calma. Sé que si ahora acabase la carrera no me iba a poner a trabajar, porque quiero seguir disfrutando del waterpolo. Me cojo tres o cuatro asignaturas por semestre y con tranquilidad me voy sacando la carrera. Fácil no es, pero si se quiere se puede.
La última. Tiene usted la oportunidad de decirle algo a los políticos. ¿Qué se le ocurre?
(Piensa). Me ha pillado (ríe). No sé. Tienen que equilibrar el nivel de visión de los deportes. Existimos otros deportistas, que no sólo se hable de fútbol. En otros deportes también somos campeones de Europa y del mundo.