Río ya se avista en el horizonte. Pero antes, a un mes exacto del encendido del pebetero olímpico en el estadio de Maracaná, Ámsterdan acoge del 6 al 10 de julio unos Campeonatos de Europa singulares. Serán la puesta a punto perfecta para los atletas cuyo principal objetivo de la temporada radica en los Juegos; y la última bala a quemar para aquellos otros que quieran sacar un billete con destino Brasil.
Sobre el tartán del Estadio Olímpico de Ámsterdam no habrá atletas rusos, después de que la IAAF (Federación Internacional de Atletismo por sus siglas en inglés) haya ratificado la sanción por dopaje de estado masivo. La competición también estará huérfana de las pruebas de larga distancia, como la marcha -disciplina tan exitosa para la delegación española desde siempre- y la maratón. Además, la proximidad en el calendario de la cita de Río ha provocado destacadas renuncias entre los grandes nombres del atletismo continental.
A pesar de eso, la capital holandesa se engalana para albergar un Europeo de mayor nivel del esperado. El punto de partida hacia los Juegos.
España, un equipo potente
La delegación española, conformada por 78 atletas (47 hombres y 31 mujeres), es la segunda más amplia de la historia en un Europeo, superada únicamente por el equipo presentado en Barcelona 2010 (83 participantes). Con los capitanes Ruth Beitia y Ángel David Rodríguez a la cabeza (61 y 43 internacionalidades respectivamente), en el combinado nacional se entrelaza la veteranía con una juventud prometedora que empieza a asomar la cabeza.
Ámsterdam será la reválida definitiva para medir el verdadero nivel del atletismo español, la competición que deberá plasmar los brotes verdes de las últimas fechas. Las medallas son el premio más goloso con el que satisfacer las expectativas, pero desde la dirección técnica de la Federación Española, mostrar un buen nivel, con muchos finalistas, es el principal objetivo. Y que los jóvenes se impregnen de experiencia, pues se acerca la hora de recoger el testigo.
Antes del comienzo del Europeo, un total de 55 atletas ostentan una marca mínima para acudir a Río de Janeiro, de los cuales ya hay 16 con plaza fija. A expensas de los resultados que se produzcan a lo largo de estos días -el domingo finaliza el plazo para conseguir las marcas necesarias- la Federación cuenta con llevar a la ciudad brasileña un equipo de casi 50 deportistas.
Beitia encabeza las opciones de medalla
En la pasada edición de Zúrich 2014, el balance para el atletismo español fue de 6 medallas y 22 finalistas: los oros corrieron a cargo de Ruth Beitia (salto de altura) y Miguel Ángel López (20 kilómetros marcha), la plata se la llevó Borja Vivas (lanzamiento de peso); y los bronces los consiguieron Indira Terrero (400 metros), Diana Martín y Ángel Mullera (ambos en 3.000 obstáculos). Una cosecha que no será tarea fácil superar.
En la cita que arranca este miércoles, el principal baluarte al que se agarra el equipo español para copar lo más alto del podio es, cómo no, Ruth Beitia. La saltadora cántabra no llega con la mejor marca del año, pero su fiabilidad en este tipo de competiciones es impoluta. Aterriza en Ámsterdam rebosante de confianza, tras las dos victorias consecutivas cosechadas en la Liga de Diamante (Oslo y Estocolmo) y las buenas sensaciones desplegadas en el Meeting de Madrid. La doble campeona de Europa buscará firmar un hito histórico: ser la primera atleta española con tres cetros continentales.
La ausencia de las pruebas de marcha en el calendario de competición dejan fuera de combate a Miguel Ángel López, actual campeón europeo y del mundo en 20 kilómetros marcha. En las carreras de fondo residen grandes opciones de medalla: Ilias Fifa, en 5.000 metros, posee la mejor marca del año. Estará bien secundado por Adel Mechaal; mientras que Toni Abadía, en el 3.000, parte como cuarto favorito. En la media maratón España presenta un quinteto de lujo para alcanzar una presea, con Javi Guerra como primer espada. Borja Vivas y Pablo Torrijos (triple salto), también deberían estar peleando con los mejores.
Pero si hay dos nombres propios en los que residen grandes esperanzas -no solo en este campeonato, sino en un futuro muy inmediato-, esos son los de Bruno Hortelano y Sergio Fernández. Hace dos semanas, en la pista azul de Moratalaz, firmaron dos actuaciones soberbias. Hortelano batió el récord de España de 100 metros (10.06s) y Fernández, en el 400 vallas (49.02s), se quedó a dos centésimas de superar la plusmarca nacional, que data del año 87. Ambos llegan a Ámsterdam con la cuarta mejor marca -Hortelano también correrá el 200-, pero su progresión invita a soñar con un premio verosímil.
En cuanto a las féminas, más allá de Ruth Beitia, Diana Martín (3.000 obstáculos) y Alessandra Aguilar (media maratón), tienen opciones de colarse en la lucha por los metales.
Nombres propios del campeonato
Más de 1.400 atletas de 50 países se darán cita en el Estadio Olímpico de la capital holandesa. No habrá rusos (Isinbáyeva, Shubenkov, Klishina... Aunque sí podrá competir Yuliya Stepanova como independiente) ni tampoco estarán grandes nombres como Mo Farah, Christophe Lemaitre, Bohdan Bondarenko o Jessica Ennis-Hill, pero no faltarán estrellas sobre el tartán.
Renaud Lavillenie busca su cuarto título Europeo consecutivo en salto con pértiga. Cuando el buen estado de forma le acompaña, no hay nadie tan espectacular como él dentro de una pista de atletismo. En las pruebas de velocidad todos los focos se los llevarán el francés Jimmy Vicaut (acredita 9.86s esta temporada en los 100 metros) y Dafne Schippers. La atleta holandesa correrá bajo el fervor de su público en busca de acercarse al récord europeo: 10.74s. El doblete (100 y 200) se lo reserva para Río.
A buen nivel siempre rayan Greg Rutherford (salto de longitud), Sandra Perkovic (lanzamiento de disco), Gianmarco Tamberi (salto de altura), Pawel Fadjek (lanzamiento de martillo), Sifan Hassan (1.500) o Zuzana Héjnova (400 vallas), entre otros. Ámsterdam será, durante cinco días, el mejor aperitivo atlético de cara a los Juegos de Río. Una prueba de fuego para los europeos antes de saltar el charco.