Pocos conocen su nombre aunque todos la han visto. Y no con buenos ojos muchos de ellos y ellas. Se llama Doaa Elghobashy, estudia segundo curso de ingeniería de sistemas de la información y es la atleta olímpica, aunque sus habilidades en el voley playa han quedado empañadas por la polémica en torno a su vestimenta sobre la arena.
Este lunes se estrenó en los Juegos Olímpicos enfrentándose junto a su compañera de dupla Nada Meawad a las alemanas Laura Ludwig y Kira Walkenhorst. Perdieron 2-0 ante quienes ostentan el primer puesto del ránking mundial pero una vez superada la derrota sigue motivada para luchar en Río de Janeiro por una medalla.
Le resta importancia al hecho de que ellas no vistan bikini sino mallas y camiseta de manga larga para jugar. Su compañera, por cierto, no usa velo. “Yo no escucho lo que dice la gente, estoy orgullosa de mi ‘hiyab’”.
Sabe que son una minoría, pero no le importa: “Todas las jugadoras lo llevan, yo soy diferente, ellas juegan con bikini y nosotras con ‘hiyab’, pero somos como todo el mundo”, dice en una entrevista por teléfono con EL ESPAÑOL.
Doaa, que entrena cinco horas al día seis días a la semana en su club de El Cairo y sólo descansa los viernes, está feliz por la oportunidad que tiene entre las manos pese a la polémica. No hay más vuelta de hoja, no le ve mayor problema y no entiende las críticas que se han vertido sobre su forma de vestir. “El islam me ha enseñado a amar a todo el mundo, cristianos, musulmanes… eso no importa, a todo el mundo”.
Tan sólo lleva un año jugando al voley playa, aunque sus espaldas y sus dedos acumulan otros 12 de voleyball indoor. Primero en Bahiraa, cerca de la ciudad costera de Alejandría, y ahora en la capital cariota, donde juega en el Wadi Degla bajo la dirección de Ehab Ali. Dice que la diferencia es grande y que el voley playa “es muy difícil”.
Por el voley ha dejado a su familia para vivir en una residencia de deportistas, y eso le ha forjado el carácter. Además, cuenta que pasa mucho tiempo en casa de su mejor amiga que, según detalla, no es musulmana.
La Federación Internacional de Voley Playa (FIVB) solía tener estándares que regulaban el tamaño de los uniformes, pero fueron modificados de cara a Juegos Olímpicos de Londres 2012, permitiendo las mangas largas y los pantalones. Según informó la BBC, el portavoz de la FIVB, Richard Baker, dijo el domingo que dicho cambio buscó hacer que el voley playa fuera más abierto culturalmente.
Doaa insiste: “Somos como todo el mundo, y yo respeto a todos. No me importa cómo se vistan para jugar”.