Melo Imai, la estrella porno que soñó con la medalla olímpica (y ni se acercó)
La japonesa, que participó en los Juegos de invierno de Turín en 2006, se pasó al cine ‘X’ tras concluir prematuramente su carrera como deportista. Volvió y ganó los campeonatos nacionales, pero se quedó sin plaza para PyoengChang.
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Melo Imai soñó con ser olímpica, con subirse al podio y con colgarse una medalla. Pensó en escuchar el himno de Japón, en copar portadas de periódicos y en hacer famosa por sus méritos deportivos. Sin embargo, su carrera se truncó cuando apenas tenía 18 años. Entonces, acudió a los Juegos de invierno de Turín de 2006 con el cartel de favorita tras ganar el Mundial un año antes. Pero una caída acabó con cualquier aspiración suya. Se sintió frustrada y decidió abandonar el deporte. ¿Su alternativa? El porno.
La japonesa, entrenada cual militar por su padre, fue incluso violada cuando era pequeña, tal y como desveló en una autobiografía publicada en Japón años después. Sin embargo, sacó fuerzas buscando esa medalla olímpica en su cabeza y tras el golpe duro después de la separación de sus padres, que alejaron sus caminos cuando ella tenía cinco años, se concentró para estar entre las mejores en snowboard. Se puso a ello y consiguió aquel billete para la cita de 2006.
La caída, sin embargo, le hizo replantearse su vida. Llegó a Japón avergonzada por no haber conseguido ninguna medalla y tanto ella como su hermano decidieron buscar una alternativa al deporte. Ambos se hicieron famosos. Su hermano, por salir en series de televisión; y ella, después de tener un hijo y separarse de su marido, encontró un hueco en la industria de las películas para adultos. Hizo películas ‘X’, posó en revistas pornográficas y disfrutó ejerciendo de actriz porno. “Sentí que era muy tímida y sentía que siempre tenía que cubrir mi cuerpo”, recordaba en una entrevista. Pero, tras estrenarse, le cogió el gusto a su nueva profesión.
No obstante, aquello no duró para siempre. Decidió volver a hacer snowboard, se presentó a los campeonatos de Japón y los ganó. Entonces, se propuso estar en los Juegos Olímpicos de Invierno de PyoengChang, pero no se hizo con el billete. “Se ha escrito mucho sobre mi vida en revistas y periódicos, pero creo que la gente no debería juzgarme por lo que haya leído”, reconoció en una entrevista. Y es que, esa es su forma de vida. Tan legítima como cualquier otra.