En 2012, las italianas Marta Menegatti y Greta Cicolari. En 2016, las rusas Yevgeniya Ukolova y Yekaterina Khomyakova-Birlova. Dos Juegos Olímpicos, dos novenos puestos. Liliana Fernández y Elsa Baquerizo no han tenido demasiada suerte con sus actuaciones en la cita más importante del mundo para cualquier deportista.
Una carrera de 13 años juntas que les ha llevado a ser la pareja de voley playa más exitosa de la historia del país. Con muchos torneos a sus espaldas y, sobre todo, las tres medallas en Europeos, la dupla ha superado las expectativas en su carrera y conviven con esa 'espinita' que han provocado los Juegos.
Una espina que se podrán quitar este verano en Tokio. Consiguieron la clasificación para los Juegos Olímpicos de 2020 ganando el torneo preolímpico tras vencer a la pareja alemana que forman Sandra Ittlinger y Chantal Laboureur el pasado mes de septiembre.
Las españolas completaron un gran 2019 que coronaron con un bronce en el Europeo. No era un año fácil porque era el segundo tras su vuelta a la competición después de que Lili parase en 2017 por su embarazo. La dupla ha vuelto más fuerte que nunca y sueñan con EL ESPAÑOL en traer a España una medalla olímpica que corone sus carreras. Sobre todo después de que Elsa haya decidido que Tokio sea su última gran competición.
Pasáis más tiempo juntas que con vuestras familias.
Sobre todo en los viajes, son muchos meses juntas. Hemos vivido juntas una etapa, pero ahora ya vivimos cada una por nuestra cuenta.
¿No habéis ido nunca a Tokio?
No a competir. Hicimos una escala y estuvimos un día haciendo turismo. El torneo que había allí no lo jugamos porque teníamos que hacer Europa-Japón-Europa-Japón. En Yokohama sí hemos jugado.
Al final no contáis con presupuestos millonarios como otros deportistas...
Tenemos la ayuda de la UCAM y ahora se ha apuntado Herbalife. Al principio lo pasábamos mal. Todo lo que ganábamos lo invertíamos en los viajes. No teníamos muchas ayudas porque no aceptamos un proyecto que nos ofreció la federación porque nos querían poner otro entrenador. Cuando conseguimos la clasificación para Londres cambió la cosa. Vieron que esto funcionaba, que nuestro entrenador era bueno y ahí empezamos a recibir más ayudas.
"Al principio de nuestra carrera lo pasamos mal, todo lo que ganábamos lo invertíamos en viajes"
Son vuestros terceros Juegos ya, no sois novatas.
¡Sí! En los primeros es todo nuevos y es como... ¡qué emoción! Ahora lo afrontamos con más calma. Vamos con la misma ilusión y la misma motivación. Ya sabemos la presión mediática que supone porque los medios os volvéis locos durante los Juegos. Pero estamos muy contentas.
Llegáis con un grado de madurez que os hace ser favoritas.
Es más la experiencia. Sabes en qué momento te vas a poner más nerviosa, cuál es el momento crítico... Nosotras siempre hemos caído en octavos. Con esa experiencia gestionas mejor los momentos.
El bronce en el Europeo, el Top-5 mundial... la medalla es más que una posibilidad.
Opciones tenemos. Yo sí creo que tenemos opciones. Pero bueno, es un momento muy particular. Intentas llegar con las mejores condiciones, pero alguien puede hacerlo mejor que tú. Sin presión. Son los 24 mejores equipos del mundo. Normalmente suelen ser más de 50. Cada partido de grupo puede ser una final adelantada. Es más difícil. Y siempre hay un equipo que da la sorpresa.
Estos Juegos serán más especiales por el hecho de que Lili haya tomado la decisión de retirarse.
Con 33 años... son pocas las que van más allá. Es un torneo muy especial, habrá que vivirlo como un torneo especial. Pero sobre todo disfrutarlo.
Ya son 13 años juntas, ¿qué ha cambiado desde que empezasteis?
Hemos cambiado mucho, a nivel de desarrollo personal y emocional. Tenemos mucha más experiencia encima, sabemos gestionar mucho mejor los momentos donde te juegas los partidos. También tenemos más pecas, más arrugas, más manchas... (Risas).
¿Cómo estáis preparando estos Juegos?
No estamos haciendo nada diferente a otros años. Estamos entrenando bien. Quizá a nivel mental nos estemos preparando más. Cuando entrenas te ves en el momento del partido, con todo el ambiente olímpico. Ese trabajo otros años lo haces de manera diferente. A nivel físico y deportivo estamos haciendo lo mismo.
"El voley playa es una forma de vida. Tienes que estar dispuesto a sacrificar muchas horas de tu tiempo"
Vuestra experiencia también acerca el voley playa a quienes no lo conocen y pueden pensar en practicarlo.
Es una forma de vida. No te puedo decir que empiezo a las 8 y termino a las 16 y ya está. Te tiene que gustar mucho. Tienes que estar dispuesto a sacrificar muchas horas de tu tiempo que podrías pasar con amigos, familiares... La alimentación también es muy importante. Son todos pequeños granitos que juntos hacen mucho. Si no te gusta, es muy duro.
Lili dejó esa rutina a un lado en 2017 cuando decidiste quedarte embarazada, ¿cómo ha sido esta vuelta a la competición para que lo estéis haciendo tan bien?
Tenía claro que quería ser mamá y no quería retirarme. Al principio lo llevé bien por el lado deportivo, pero muy duro por dejar al niño tantas semanas. Ahora me he acostumbrado y lo llevo mejor. Se que está en casa, con papá y que está bien. Se hace duro igual por la distancia, tantas horas que pasamos fuera. Pero tengo mi compromiso deportivo, me encanta lo que hago y mi marido me ha apoyado siempre.
Eres un ejemplo peculiar de conciliación de la vida privada y la vida deportiva.
Lo que pasa es que no es conciliación al final. Conciliación es dejar de trabajar para estar con tu hijo y lo que yo hago es dejar a mi hijo para trabajar. Pero sí que es verdad que tanto Elsa como Sebas adaptan los horarios para poder dejarlo en la guardería, luego recogerlo... Se lo agradezco un montón a los dos.
Parque Shiokaze, 6 de agosto, está sonando el himno de España por vuestra culpa... ¿cómo os imagináis ese momento?
Pues lloraremos como magdalenas. Cuando escuchas tu himno en una situación así es muy emocionante, es algo increíble.
¿Habéis hecho alguna promesa?
Hemos dicho lo del paracaídas las dos veces que hemos ido a los Juegos. Así que al final lo haremos ella con una peluca y yo con un helado. Hemos añadido complementos para hacerlo algo diferente. Si cae medalla, toca paracaídas.
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