España será uno de los países que compita en los Juegos Olímpicos y que vacunará a sus deportistas antes de viajar a Tokio -y para los posteriores Paralímpicos-, sede de la cita que ya fue aplazada el año pasado por culpa de la pandemia. El Gobierno, tras la colaboración entre Sanidad, Defensa, Deportes, CSD y el COE, iniciará en la segunda quincena de mayo el plan de vacunación para los más de 500 representantes esperados de la delegación española.
Este proceso será completamente voluntario y no obligatorio. Y es que la vacuna no es un requisito fundamental para competir en los Juegos Olímpicos de Tokio. El Comité Olímpico Internacional, ya en enero, confirmó que la vacuna de los deportistas que viajaran a la ciudad nipona sería algo recomendable. Además, en aquella ocasión, desde la organización del Comité dejaron en manos de cada país esa posibilidad. Ese escenario se ha mantenido y en las últimas comparecencias de los organizadores se ha recalcado que acudir vacunado es simplemente una recomendación.
Pese a dejar a libre elección el hecho de inocularse la vacuna, desde el COI se ha defendido el proceso como una forma de respeto a la ciudadanía local. El plan de control sanitario para los olímpicos será estricto, pero acudir vacunado supondría una muestra de seguridad también frente a una ciudadanía nipona que viene postulándose en contra de los Juegos en las últimas fechas y que, además, está sufriendo mayores restricciones por el aumento de los contagios. Mientras países como Dinamarca han asegurado que no darán prioridad a sus deportistas en el proceso de vacunación, España ha sido de los que sí ha apostado por enviar a sus representantes vacunados.
Coordinación de tres ministerios
Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, adelantó en EL ESPAÑOL el pasado 17 de enero que se estaba debatiendo si vacunar a todos los deportistas antes de viajar a Tokio. En marzo reafirmó su intención de acometer ese plan de vacunación y desveló conversaciones con el Gobierno para cumplir su objetivo. Y casi un mes después, en abril, confirmó que mayo sería el mes elegido para poner en funcionamiento todo este proceso.
Este jueves, Alejandro Blanco compartió un acto con José Manuel Franco (CSD) y los ministros Carolina Darias (Sanidad), Margarita Robles (Defensa) y Rodríguez Uribes (Cultura y Deporte) para dar detalles sobre el plan de vacunación para los cerca de 550 representantes que se prevé que viajen a la cita olímpica. Las primeras dosis serán inoculadas a mediados de mayo y serán todas de Pfizer, que recientemente ha llegado a un acuerdo con el COI.
La vacunación de todos estos olímpicos, siempre de forma voluntaria por parte de los deportistas y en ningún caso obligatoria, necesitará de la colaboración de Sanidad y Defensa. El ministerio de Darias decidirá los centros y lugares en los que se vacunará. Y, una vez aclarado ese detalle, serán los miembros del Ejército los que entren en acción para inocular las dosis de Pfizer. Robles, sin embargo, ya ha subrayado que se dará "máxima disponibilidad territorial en todas las provincias" para facilitar a los deportistas la vacuna y que el protocolo a seguir "es muy similar" al que han seguido los integrandes de las Fuerzas Armadas.
Según trasladan a EL ESPAÑOL, entre los olímpicos españoles hay ilusión y optimismo respecto al proceso de vacunación. Hay deportistas como Rafa Nadal, de hecho, que no han dudado en hacer público su apoyo a la vacuna. El manacorí aseguró que aceptaría "de buen gusto" cualquier dosis contra la Covid-19 para viajar a Tokio. Sin embargo, en caso de que algún olímpico rechace la vacuna, no habrá ningún tipo de trato diferencial ni protocolo especial, puesto que se seguirá el mismo procedimiento que con el resto de ciudadanos que han aceptado o rechazado la vacuna. Durante estos días, además, continuarán las reuniones entre COE y COI para conocer más detalles de primera mano.
Control en Tokio
A pesar de esa recomendación de vacunación, todos los deportistas y su equipo más cercano estarán absolutamente controlados en Tokio. La organización no quiere que exista la más mínima posibilidad de un brote en la 'villa-burbuja' olímpica y, por ello, ya se han detallado algunas de las medidas de control que habrá a lo largo de los Juegos. Medidas que, además, han sido reforzadas desde diciembre y que tendrán una nueva actualización en junio según la situación sanitaria que viva Tokio.
La ciudad nipona, que decretó el estado de emergencia ante el aumento de contagios, prevé alargar hasta finales de mayo dicho decreto. Una muestra de la preocupación por el impacto de la Covid-19 y de las esperanzas de poder celebrar unos Juegos Olímpicos lo más festivos posibles. En junio, justo después de ese estado de emergencia y una vez se confirmen nuevas restricciones para los olímpicos, se confirmará si se acepta público nacional y en qué porcentaje.
Los deportistas, vacunados o no, tendrán que mostrar dos pruebas negativas antes de viajar a los Juegos. Una vez aterricen y lleguen a las instalaciones, deberán detallar su calendario de movimientos para que la organización pueda realizar cualquier trazabilidad en el peor de los escenarios. No se podrá hacer turismo, ni visitar bares y restaurantes que no estén destinados únicamente a los olímpicos. Además, se pasarán test diarios y habrá que reducir al máximo el contacto con otros deportistas fuera del tiempo de competición.
Todo un plan de control para los deportistas olímpicos y sus personas más cercanas para lograr la mejor celebración posible. A falta de algo más de dos meses, Tokio y el COI están decididos a realizar los Juegos aunque sea bajo estrictas medidas de seguridad.
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