Cristina Ouviña (Zaragoza, 1990) no preveía ser protagonista mundial por un error. Y mucho menos si este se producía lejos de las pistas, en redes sociales y con Luka Doncic presente. La jugadora de la Selección publicó durante algunos minutos unas imágenes de una fiesta con miembros del equipo de baloncesto de Eslovenia. Entre ellos el crack de Dallas Mavericks, y dejando ver ligeramente alguna botella de vodka, más compañeros sin camiseta, ausencia de mascarillas y hasta una cachimba. Una toma que bien podría infringir varias normas de seguridad instauradas por la organización.
Las imágenes no estuvieron mucho tiempo en su cuenta de Instagram. Sin embargo, sí fue el suficiente como para que fueran captadas. La diferencia horaria entre Tokio y España podía darle un respiro a la jugadora maña, aunque lo demasiado. La polémica no tardó en estallar y propagarse por otros muchos países y el nombre de Doncic, gran protagonista del vídeo, se entremezclaba con críticas y ovaciones por el récord de 48 puntos que había cosechado horas atrás.
Tras muchas especulaciones, la ansiada explicación llegó. Y no por parte de la Federación, sino directamente de la jugadora. Ouviña, acostumbrada a destacar en las pistas por sus actuaciones con el balón, se veía expuesta por ese error en redes. La base emitió sus disculpas, especialmente hacia todos los jugadores de Eslovenia que se habían visto afectados por las imágenes: "No me cansaré de pedir disculpas una y otra vez si hace falta".
La actualidad de la selección femenina ya se ha visto trastocada. Las de Mondelo sueñan con un metal y hasta con un oro que pueda darles un puesto en el Mundial del 2022. Por ello, Ouviña también ha querido recalcar que su compromiso es máximo. "Estoy totalmente centrada en la competición", ha llegado a subrayar, para intentar "asar página de esta equivocación y mostrar" su "compromiso con la Selección Española y con el baloncesto son más fuertes que nunca".
Ouviña, la crack de la Liga Femenina
Muchos -poco aficionados al baloncesto femenino- puede que no conozcan a Cristina Ouviña. Sin embargo, esta base de 30 años criada en Zaragoza es toda una experta en el continente europeo. Ha pasado por la Liga Femenina, donde ahora forma parte del proyectazo de Valencia Basket, pero antes se curtió en habituales de la Euroliga femenina.
Ouviña se inició en el Zaragoza y tras su salto en la 2008, abandonó España en 2012. Desde entonces, abandonó el país y se buscó un -fructífero- futuro en el baloncesto europeo. Pasó por Polonia, Rusia, Francia y hasta República Checa. Siempre manteniendo una máxima que era la de tener la opción de competir por la Euroliga y con solo 30 años. Un recorrido envidiable.
El verano pasado, coincidiendo con el inicio de un gran proyecto del Valencia para impulsar la sección, se unió al equipo taronja. Y en una sola campaña ha logrado ser la mejor jugadora nacional de la competición. Un MVP cosechado a partir de 7,6 puntos, 3,5 rebotes, casi cinco asistencias y rondando las dos recuperaciones por partido, jugando además una media de 25 minutos por duelo.
Todos estos logros la han permitido formar parte habitual de la Selección de Lucas Mondelo, que hace unas semanas, antes de iniciar los Juegos, se veía sin opciones de clasificarse para el Mundial de 2022. Solo queda una y es ganar el oro, probablemente con Estados Unidos como gran candidata.
Su pelea para ir a los JJOO
La mejor jugadora española de toda la Liga Femenina tenía que estar en los Juegos Olímpicos. Sin embargo, el destino no se lo puso nada fácil y Ouviña tuvo que luchar contra diferentes contratiempos. Todo por representar al país, cumplir el sueño olímpico y debutar en una cita como esta.
El primer golpe, literalmente, llegó el pasado mes de junio cuando España disputaba el Eurobasket. La eliminación posterior, dura por esa complicación para ir al Mundial, era difícil de asumir. Pero también el hecho de que Cristina Ouviña. con una fractura en los huesos de la nariz, pudiera perderse la cita de Tokio. La Federación despejó dudas y salvo cambio de última hora, la maña estaría presente en la concentración.
Ese susto ya estaba superado, pero tocaba el segundo y más alarmante. Ouviña se retiró con problemas físicos a principios de julio cuando España realizaba la tradicional gira de preparación. La jugadora taronja se notó molestias en el isquio y dejó en el aire su presencia. Si había rotura grave, adiós Tokio. De nuevo, la suerte estuvo de su lado y Ouviña logró estar en los Juegos. Y en su debut en un partido de estas características, antes de todo el terremoto de la fiesta de Doncic, vio recompensado el esfuerzo con victoria y un récord de ocho asistencias, cifra nunca alcanzada por una jugadora española en los Juegos.
Las medidas del COI
La gran duda que hay en el caso de la fiesta de Luka Doncic es si se incumplieron los protocolos de seguridad impuestos tanto por el COI como por la organización nipona. No ha habido comunicados oficiales, pero todo hace indicar que no se respetaron todos los protocolos sanitarios. Una infracción muy grave y con la que lleva semanas haciendo hincapié el Comité, pues hasta una denuncia externa por saltarse las normas podría provocar la expulsión.
Ouviña se encontraba en otra burbuja y sin mascarilla, dos detalles que en las normas del COI quedan muy claras. Por ejemplo, en el playbook repartido por el Comité se incide en pasar tiempo solo con "personas identificadas en la lista de contactos habituales" que se indicaron al principio de los JJOO, también se habla de "evitar los espacios cerrados y las multitudes siempre que sea posible" o de la obligación de llevar mascarilla siempre que no se realicen actos como comer o dormir.
La jugadora española, en su propio comunicado, defiende que se respetaron los protocolos. Reconoce que son "muy respetuosos con los protocolos sanitarios que han sido marcados por el COI y las autoridades japonesas"- Sin embargo, admite que en las imágenes puede "parecer lo contrario". Hasta el momento, no hay sanción ni investigación oficial.
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