Nació en El Paso de Estados Unidos, pero acabó ganando el oro como el hombre más rápido del mundo para el país de su madre, Italia. Marcell Jacobs dio la sorpresa en Tokio y se convirtió en una de las sensaciones. Su rostro, emocionado mientras escuchaba el himno dentro del estadio olímpico, así lo reflejaba. Sin embargo, el éxito siempre va acompañado de críticas y en su caso los ataques han estado mezclados con dopaje y excusas sobre el calzado.
Jacobs ha tenido que hacer frente en las últimas horas a numerosas acusaciones. Especialmente de cierta prensa extranjera a la que sorprendió que el italiano se llevara el oro en los 100 metros lisos de los Juegos Olímpicos. El dopaje, siempre flotando en la atmósfera olímpica, se ha vinculado con el triunfo del atleta.
"Las controversias no me afectan para nada, ni las respondo porque solo les daría importancia. Sé que vine aquí haciendo muchos sacrificios, mucho trabajo, con contratiempos y decepciones. Siempre me levantaba y me arremangaba. Solo llegué aquí con trabajo duro", ha asegurado tras las críticas recibidas.
Tal fue la presión que hasta el Comité Olímpico Italiano tuvo que salir en su defensa. "Las consideraciones de algunos de vuestros compañeros provocan mucho disgusto y también me ponen incómodo desde muchos puntos de vista. Siento que alguien demuestre que no sabe aceptar la derrota", aseguró el máximo representante del organismo en declaraciones a los medios italianos.
Pero, por si fuera poco, se ha sumado el conflicto con Usain Bolt, que achacó el triunfo de Jacobs a las zapatillas empleadas. "Son prácticamente idénticos", se ha defendido Jacobs tras cambiar de calzado. "Es más una sensación que el zapato en sí. De los datos no hemos visto una gran diferencia, velocidad y frecuencia son lo mismo", ha espetado. "Se trata más de cómo te las arreglas para adaptarte".
Seguir ganando con Italia
Una de las explicaciones a las críticas puede ser que haya ganado con Italia. Aunque eso a él, como ha reconocido, no le afecta. Seguirá estando en el país materno cn el que ha hecho historia: "No tengo ninguna intención de irme a vivir a Estados Unidos porque me siento muy bien en Italia, tengo todo lo que necesito, nunca lo pensé".
Irá a los Estados Unidos para estar con su padre y desconectar de toda esta vorágine de sensaciones. Eso sí, antes de marcharse de Tokio, buscará otra medalla en relevos, donde son "un grupo superunido" que está preparado para seguir ganando metales para la delegación italiana. Marcell Jacobs, tras llegar a los JJOO como un seguir empedernido de Bolt, se marcha como su sucesor y entre críticas y acusaciones.
[Más información - Marcell Jacobs, el rey de la velocidad es europeo: así es el heredero de Bolt que soñaba con el motocross]
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